jueves, 23 de julio de 2015

CAPÍTULO 6 – Estoy Triste.


   A la mañana siguiente, Dayer se sentó sobre su cama. Sus pensamientos finalmente se aclararon. “¿Cómo podía ser tan tonto? Pensó” Como no podía darse cuenta de que día tras día fue cediendo un poco más frente a Alejo, él no había notado lo que realmente sentía hasta que despertó y pudo organizar sus pensamientos mientras dormía.

   Luego de tomar un buen baño, su cuerpo se sentía listo para enfrentar otro día de clases, de entrenamiento y de su insistente acosador de turno, Alejo. Al salir de su habitación se aseguro muy bien de que su vecino no estuviera cerca y salió lo más rápido que pudo con dirección  a la universidad.


***


   Las clases no eran nada complicado para Dayer pero por otro lado, Alejo paso un tiempo sin estudiar y eso le afectaba un poco, incluso si él estaba centrando en la clase, él no entendía ni una sola palabra de lo que su profesor con tanta dedicación les dictaba. Mientras esperaba que la clase terminara y así salir a ver a Dayer, Alejo no podía dejar de sonreír, por su mente pasaban todos los lugares por los cuales tendría que ir buscando hasta poder encontrarlo y le daba cierta emoción.

   La clase continuaba y el profesor de Alejo se marcho un momento para atender a una persona, a unos pocos centímetros estaba Diego junto a una chica que estaba llorando, de inmediato por la cabeza de Alejo pasaron todas las imágenes de los vestuarios y sin querer, algo despertó en sus pantalones. La incomodidad lo invadió y decidió acercarse a la chica que estaba llorando junto a su compañero de celda, una vez que se sentó allí, noto que la chica estaba como una fiera gritándose a sí misma. La chica comenzó a llorar nuevamente y esto hizo que Alejo no se pudiera quedar quieto, había una chica llorando a su lado y el sintió que debía consolarla, su corazón no le permitía ser tan cruel e ignorarla.

-Oye, ¿estás bien?. *Alejo saco un pañuelo de su bolsillo y se lo entrego a la chica.*

-Qué pena!. *La chica miró a Alejo con lágrimas fluyendo por sus mejillas antes de aceptar el pañuelo y soltar un pequeño “Gracias”.*

   Después de eso, Alejo no sabía qué decir, y el silencio incómodo llego como si nada, la chica finalmente no pudo resistir y hablo.

-He estado con mi novio durante unos años, y hace poco me di cuenta de que él está actuando un poco extraño. Sospecho que me está engañando. Y si tiene a otra? Donde quedo yo? Y ahora que ni estamos en la misma universidad.  Después de que la chica dijo todo eso, ella comenzó a llorar de nuevo.

-Deberías dejar de llorar. *fue lo único que Alejo podía decir*

-Yo no quiero llorar pero una vez que pienso en eso, me siento tan horrible, porque nuestra relación ha durado tanto tiempo.

-Ese tipo de persona no es buena. No merece tus lágrimas, tú puedes encontrar a alguien mejor.

Después de escuchar Alejo decir tales cosas acerca de su novio, la chica inmediatamente respondió con un grito.

-¿Cómo puedes saber si me merece o no ?! Yo soy la que sabe si es bueno o no! No hay necesidad de que te entrometas! Esto es entre nosotros dos, así que es mejor que no digas nada y te calles.

-Disculpa, solo trato de consolarte pero si te molesta tanto entonces mejor me voy.

   Alejo estaba en totalmente enojado por esa chica y sus cabios de temperamento repentinos, no podía creer como es chica fue capaz de gritarle todo eso, el no dijo nada que fuera mentira, un hombre que hace llorar a una mujer, no la merece. La chica también estaba enojada y de un momento a otro soltó otro comentario y regaños súper hirientes para Alejo y su baja autoestima.

“Eres un buen tipo? No sé si eres tan bueno como pareces o no, no sé lo que piensas pero me dices que puedo encontrar a uno mejor y no quiero ni pensar que hablas de ti mismo. ¿Alguna vez te has mirado en el espejo? Dudo que alguien vaya a tener interés en ti”.

   Cuando la chica termino de hablar, el corazón de Alejo estaba decaído, él estaba tratando de ser agradable con ella y nunca pensé que su intento de consolarla terminaría de esa forma, el profesor volvió y ni podía concentrarse durante la clase. El ánimo de  Alejo estaba por el suelo y ahora era Diego quien trataba de consolarlo a él pero nada funcionaba, solo se fue a casa y se acostó en su cama a pensar.


***


   La tarde había llegado y Diego regreso de la universidad con una chica, entro al cuarto y le pidió algo de tiempo a Alejo así que sin pensarlo mucho abandono la celda para que su compañero pudiera tener sus visitas conyugales. La palabra tristeza estaba escrita por toda la cara de Alejo, no quería ni caminar así que solo se sentó sobre las escaleras y recostó su espalda de la pared. Después de un largo rato, Dayer también estaba de regresó, pero ni miró a Alejo, él sólo quería volver a su habitación así que lo ignoro.

   Dayer espero por una larga hora a que Alejo se acercara a tocar su puerta pero eso no paso, cuando salió, su vecino seguía apoyado a la pared de las escaleras sin moverse ni nada. Dayer puso su cara habitual, esa en la que fruncía el ceño y camino a donde estaba Alejo y se sentó a su lado.

-Oye, estás enfermo? *Dayer pasó su mano por la frente de Alejo y este solo volteo con su cara triste.*

-No, algo me paso pero no sé si debería contarte, de seguro ni me vas a escuchar. *Alejo respondió mientras miraba al suelo.*

-Es cierto, no te voy a escuchar pero igual me lo vas a contar o no? Se supone que así eres tú. *Dayer paso su mano por la espalda de Alejo y este ahora le miraba a los ojos*

-Sí, así soy yo. *Alejo dejó escapar todo lo que le había ocurrido hoy y Dayer realmente estaba escuchándolo y hasta le dio una sonrisa después de un corto periodo de tiempo.*

-Dayer!

-Mhm.

-Estoy triste. *No había necesidad de que Alejo lo dijera, la palabra tristeza ya estaba escrita en su rostro. Después de un largo rato, Dayer abrió la boca y le respondió*

-Hay una gran cantidad de personas que necesitan consuelo. También hay un montón de gente que no vale la pena. ¿Crees que si haces buenas acciones, entonces vas a cosechar buenos beneficios? El mundo no es tan bonito como lo pintan. Sólo tienes que vivir tu vida al máximo sin meterte en los asuntos de otras personas. *Después de haber sido regañado por Dayer, Alejo parecía haber despertado*

-Entonces, ¿Por qué me estas consolando?.

-¿Qué te estoy consolando? Eres un idiota, me voy a comer ahora. *Dayer puso sus dos manos en los bolsillos, se levanto y se fue. Alejo se levanto rápidamente y siguió a Dayer por el edificio.*

-A dónde vas a comer? *Alejo puso la mano en el hombro de Dayer pero este seguía caminando*

-No es tu problema, yo no te invite a comer conmigo.

-No seas odioso, vamos a comer juntos y así me voy a sentir mejor.

-Déjame en paz.

-¿Prefieres que me quede en las escaleras llorando?

-No es mi problema.

-¿Te avergüenzas de que te vean conmigo?
 
   Seguían caminando y Dayer no respondía nada, ambos llegaron a un pequeño local, y justo cuando estaban a punto de ordenar, Alejo siguió con otra pegunta para su vecino, pero esta vez tenía una mirada muy seria.

-¿Soy tan feo? *al terminar de escuchar la pregunta, Dayer solo se tapo la cara y trataba de controlar sus risas*

-Soy tan feo, que incluso no quieres verme? *Alejo continuo y parecía estar herido.*

   Los dos ordenaron y caminaron hasta una mesa pero Alejo no se calmo, quería saber la opinión de Dayer, eso significaría mucho para él.

-Dime la verdad.

-No quiero decir nada, sólo vamos a comer.

   Dayer ni quería saber porque su vecino comenzó con esas preguntas tan raras. Los ojos de Alejo mostraban una cierta tristeza nuevamente, como si la respuesta de Dayer significaría el final de su dolor o su nacimiento como alguien importante pero esa respuesta no salía de la boca de Dayer. Para Alejo, que Dayer le hiciera un simple cumplido como un “eres guapo” o “eres agradable a la vista” o “eres agraciado” era importante, Dayer es un hombre muy atractivo y recibir un cumplido de una persona así, le podría dar mucha confianza.

Alejo simplemente inclinó la cabeza en la tristeza y espero que la comida llegara.

-Si yo fuera tan guapo como tú, cambiaria de novia todos los días, y dejaría que ellas me dieran de comer y me atendieran como un rey.

-¿Vas a cambiar de novia todos los días?, No le tienes miedo al sida y esas enfermedades?

-Hey, ¿cómo puede alguien como tu entender lo que los plebeyos estamos pensando? Soy como la versión masculina de la cenicienta pero con más baja categoría, creo que en esa historia yo podría ser la hermana fea que no queda con nadie. Espero que algún día las hadas vengan y me ayuden a quitarme toda esta suciedad y polvo o algo así pero eso ya es ser un poco gay de mi parte o no? *Dayer hizo todo lo posible para ignorar palabras locas de su vecino*

   Alejo estaba más triste que antes y entre más cosas hablaba con Dayer, mas perdía el apetito. De su cabeza no salían las palabras de la joven, realmente eso fue muy duro para él y a cada momento recordaba “¿Alguna vez te has mirado en el espejo?"


***


   Después de terminar de comer, también se desvaneció el deseo de volver a casa junto a Dayer, Alejo pensó por un momento en algo para estar un poco más de tiempo junto a él y se lo comento a su acompañante pero al parecer este ya estaba pensando en algo distinto.

-Todavía tengo algo que hacer. Me tengo que ir primero. *Dayer hablaba mientras se dirigía a pagar la cuenta*

-Ohh. *Alejo quería que Dayer lo acompañara más tiempo, pero no podía decirlo en voz alta. Solo se limito a levantarse de la mesa y comenzó a caminar en dirección al edificio*

-Alejandro! Espera!. *Dayer frunció el ceño y dudó por un tiempo antes de gritar un poco más alto*

-Mhm? *fue lo único que grito Alejo desde donde estaba*

-¿Estás seguro de que realmente entiendes el cuento de la cenicienta?

   Esa frase absurda dejo todo confundido a Alejo y justo cuando estaba a punto de preguntar el significado de esa pregunta a su vecino, Dayer se había ido. En el camino de regreso a la celda, Alejo seguía reflexionando sobre las palabras de Dayer, pero él todavía no podía conseguir una respuesta.


***


   Dayer llego temprano a casa de sus padres, su hermana lo recibió con un abrazo y un beso muy grande y él sin embargo, solo respondió con su típica odiosidad. La casa de Dayer no era una casa típica, era una quinta con aspiraciones a ser una gran mansión, sus padres no se encontraban por lo que tendría que cenar junto a su hermana, cosa que lo decepcionaba muchísimo, solo podía ver a sus padres una vez al mes y el día que les tocaba ellos tenían ocupaciones importantes que atender.

   Los mayordomos les informaron que la cena se encontraba servida y Dayer junto a su hermana, Anabelle, se dirigieron hacia el comedor, la gigantesca mesa en el centro del salón esperaba por ellos y en silencio cada uno ocupo su lugar. La solitaria cena en la gigantesca mesa junto a su hermana mayor estaba comenzando y ella sin dudarlo lo abordo con sus típicas preguntas.

-Sabes que nuestros padres no van a venir pero igual sigues viniendo sin faltar cada mes a este intento de cena, ¿No te vas a cansar?.

-Voy a seguir viniendo hasta que algún día aparezcan, en algún momento tienen que darme la cara.

-Sinceramente no creo que papa te perdone por no casarte con aquella chica, no recuerdo su nombre, se que tiene que ver con agua pero no logro recordar.

-Su nombre es Venecia! Ella no se quería casar conmigo y es mi mejor amiga, es casi mas hermana mía que tú.

-Hermanito, hieres mi corazón con ese comentario. ¿Qué tal el beisbol? Escuche que perdiste en el juego de exhibición.

-¿Tú tienes corazón?, y yo que pensaba que solo eras basura. Ya deje el beisbol.

-Que lastima, quería que mis pequeños aprendieran de su tío a como no se debe ser patético en algo.

-Me voy, tú deberías de volver a tu casa y dejar de molestar.

-Adiós querido hermanito, pídele a mi chofer que te deje en esa pocilga donde vives.

-No lo necesito, me voy a llevar uno de los carros de papa.

-Conduce con cuidado, las calles son peligrosas hoy en día y no quiero ser la que herede todo.

   Luego de ese comentario tan ¿amenazante?, Dayer estaba siendo enviado a casa en el asiento trasero de un coche de lujo después de terminar su cena “familiar”. Una pequeña cola los detuvo por unos minutos y cuando avanzaron, pasaron por el frente de una librería, Dayer pensó en algo rápido y de repente le pidió a su chofer que se detuviera, salió del auto y entro a  la librería.


***


   Mientras tanto, en la celda, Alejo estaba tratando de sacar a Diego de la habitación pero este no quería levantarse de la computadora, Alejo necesitaba verificar sus notas de esta semana y Diego nada que cedía, intento de todo para levantarlo pero este se negó por un buen rato hasta que se escucho como la puerta era tocada por alguien, el sonido era un poco bajo pero definitivamente alguien estaba tocando la puerta de la celda. Alejo oyó y corrió a abrir la puerta. De pie en la puerta sin ninguna expresión en su rostro se encontraba Dayer, este solo se limito a golpear la cabeza de su vecino con el libro que acababa de comprar y se marcho.

   Alejo aceptó el libro con algo de dolor mientras se frotaba la cabeza, miro muy bien la portada y en ella tenía escrito “La Cenicienta.”

-¿Qué es? Déjame ver. *Diego con algo de curiosidad se acercó*

-¿Por qué debo mostrarte? Me voy a dormir! *Alejo se metió el libro bajo la camisa*

   Después de decir eso, Alejo saltó sobre la cama y se cubrió adecuadamente con las sabanas antes de encender la pequeña lámpara que tenia sobre la mesa. Él más o menos hojeó el libro y se dio cuenta de que Dayer señalo con resaltador algunas líneas en el libro.


"Cuando cenicienta se quitó la ropa con mucho polvo, se dio cuenta de que era una encantadora y hermosa persona. "


"Por fin, el príncipe logró encontrar cenicienta. A pesar de que la vida pasada de cenicienta era muy difícil, y a pesar de que ella siempre fue intimidada por otros, en su vida futura será siempre bendecida” 


“Puedes ser una hermosa persona bajo todo ese polvo pero otros no te han dado la oportunidad de brillar como lo mereces, ve y se quien debes ser, cenicienta”


   Alejo empezó sonreír como un bobo de lado a lado. A pesar de que él entendía que nunca podría ser la Cenicienta, porque no es una chica, y no le gusta usar vestidos bonitos, por no mencionar el uso de zapatos de cristal en salones de baile, no hay nada más genial que ser consolado por alguien como Dayer.


   A pesar de que él no podía ser alguien digno de un príncipe o una princesa, Alejo había logrado tener a su lado alguien como Dayer para que lo consolara, en definitiva, ningún príncipe se podía comparar con él vecino que tenia.


*¿Quien dice que ser normal no es ser guapo?*


Continuara…

sábado, 11 de julio de 2015

CAPÍTULO 5 - NO SOY GAY.


Desde lo que paso en el partido hace una semana, Alejo y Diego ya no se hablaban, eso era algo realmente incomodo para los dos pero ninguno se atrevía a decir algo sobre lo que paso ese día, Alejo pensó que por un momento le tocaría buscar un nuevo lugar para mudarse y así no tener que enfrentar a Diego pero sus pensamientos fueron invadidos por la voz de alguien más, su compañero de celda.
Alejo, tengo unos entradas para el cine, ¿las quieres? Tenía una cita con una chica pero me rechazo y ya no quiero ir. Hablo Diego, por primera vez desde ese día.
-¿Por qué me las estás dando?, Dijo Alejo mientras sostenía las entradas.
-¿No las quieres? Se las puedo dar a alguien más. Respondió Diego con un tono algo rudo.
-Si las quiero, es que no me hablabas desde ese día y bueno, es raro que me invites al cine.
-Oye, sé que es incomodo hablar sobre lo que paso en el vestuario pero tengo que decirlo, me agradas, eres mi pana y todo eso pero no pienses mal, no estoy buscando ese tipo de relación contigo y lo que paso en los vestuarios solo fue algo del momento. Diego miró directamente a los ojos de Alejo.
-¿Qué quieres decir con eso?. Alejo solo quedo muy confundido con el comentario de Diego.
-¿Me estás jodiendo? Solo estoy diciendo que es mejor que olvidemos lo que paso Alejo, después de todo, a ti solo te gusta nuestro vecino. Diego se sentó frente a su computadora mientras respondía.
-Gracias por dar el primer paso para arreglar lo del vestuario, espero las cosas estén más calmadas entre nosotros.
-Entonces, ¿cómo vas con Dayer? Hablaba Diego más tranquilo.
Diego le recordó a Alejo sobre la existencia de Dayer con su observación, desde el día del partido él había dejado de seguirlo y ni recordaba que vivía en la puerta de al lado, se quedo viendo las entradas del cine por un rato y decidió volver con su pasatiempo de seguir a Dayer de nuevo. Él salió corriendo de la habitación y toco la puerta de su vecino, Dayer sólo abrió un poco la puerta y cuando vio la cara de Alejo, la abrió por completo, él tenía esa mala sensación de que Alejo volvería a aparecer frente a su puerta pero no tenía la intención de dejarlo entrar tampoco.
-Hey, ¿Quieres ir al cine? Dijo Alejo mostrando las entradas del cine.
-No me interesa.
-Oh, vamos. Es una buena película. Parque Jurasico en 3D y es en la sala vip.
-Eres una molestia.
-Mi actor favorito es el protagonista de la película y adoro los dinosaurios.
-Idiota.
-Vamos! Ver una película solo es aburrido... Un momento, si quieres?

No importa cuánto Dayer se resistía e insultaba, Alejo no quería renunciar y para Dayer, hablar con él era una pérdida de energía. Justo cuando estaba a punto de cerrar la puerta, Alejo se armo de valor y lo amenazó.
-Si no me acompañas, le diré a todos que eres gay.
Alejo era realmente tonto como para creer que algo así le importaría a Dayer, él no le hizo caso y cerró la puerta después de decir “Lo que sea” de una manera totalmente fría.
Alejo ya era totalmente inmune a dicho tratamiento (de tanto cerrarle la puerta en la cara muchas veces antes) y todavía no había renunciado así que comenzó a tocar la puerta un buen rato, tenía que darse prisa en convencer a su vecino porque la película comenzaba en una hora y con el tiempo que ya tenían perdido.
De un momento a otro, Dayer abrió la puerta. Traía puesto una camisa roja, manga larga y ajustada a sus músculos que le quedaba totalmente perfecta con sus jeans y su cabello, su cabello negro era perfecto. Esos grandes ojos negros no dejaban de mirar al pobre alejo que estaba totalmente petrificado y cuando sintió el olor del perfume de Dayer, casi se desmaya, era la fragancia mas deliciosa que había sentido en su vida, one million, el perfume de un hombre con dinero.
-Ok, está bien. Voy a ir, pero con una condición. Hablo Dayer desde el marco de la puerta.
-Claro. ¿Qué es?. Dijo Alejo bastante emocionado.
-Promete que vas a dejar de perseguirme después de hoy. Alejo dudó un momento. Después de ver las entradas de cine, simplemente respondió.
-Acepto. Sellando así su trato, él cual no cumpliría.
Dayer no sabía que Alejo no es alguien que pueda mantener sus promesas aunque, no le importaba mucho, era solo ir a un cine que queda cerca de la universidad. Ya era de noche y las calles cerca de la universidad estaban llenas de un montón de puestos de comida rápida. Alejo no podía sentirse más aburrido, miró la expresión en la cara de Dayer y era igual de seria que siempre, pero por su mente no dejaba de pasar el mismo pensamiento.
“Todavía adoro tanto tu odiosidad, como el día que te conocí”
***
Estaban llegando al cine y Alejo ya estaba cansado del silencio, él quería escuchar la voz de su acompañante así que decidió iniciar una conversación pero lo primero que salió de su boca no fue precisamente bueno.
-¿Soy una molestia para ti?. Soltó Alejo, mientras se paraba frente a su acompañante.
-¿Enserio? Lo acabas de notar en este momento? Eres muy lento. Respondió Dayer mientras seguía caminando por otro lado.
-Pero me gusta pasar tiempo contigo. Dijo Alejo tratando de conmover a Dayer. Para él, no importa que tan malo o grosero pueda ser su acompañante, se sentía cómodo y su corazón aún latía más rápido de lo habitual cuando estaba a su lado.
-¿Estás seguro de que no te gusto?. Respondió Dayer dejando a Alejo fuera de lugar.
-¿Estás bromeando? En qué universo a alguien le va a gustar una persona tan odiosa como tú?. Alejo le dio un pequeño empujón mientras reía locamente con su mano sobre su estómago, trataba de ocultar sus sentimientos lo mejor que podía.

Dayer simplemente se quedo en silencio, con la intención de ignorarlo.
Al poco tiempo, llegaron al cine. Alejo estaba extremadamente entusiasmado con la película, él se moría por ir a ver la película pero las entradas estaban muy caras y con su trabajo en la biblioteca no era suficiente para costear una salida al cine. Cuando entraron, Dayer saco su billetera y se la entrego a Alejo “Tú compraste las entradas, yo me encargo de la comida, ve y compra algo para los dos” Luego de esas palabras, Alejo se negó a que Dayer pagara, él fue el que lo invito y tenía que pagar por todo.
Entraron a la sala y solo estaban dos personas y ellos, se sentaron, la luz luego de un rato bajo y la película comenzó.
Alejo tenía un gusto especial por las películas de dinosaurios, desde que era un niño, le gustaba mucho los dinosaurios y otras películas sobre criaturas pero a medida que fue creciendo, su adición por los deportes fue creciendo y su pasión por los dinosaurios quedó en segundo plano. Por otro lado, Dayer prefería las películas de terror, gore y sangre, el era un chico malo en todos los sentidos, no solo en su forma de tratar a las persona pero eso no era totalmente su culpa o eso pensaba Alejo, las personas no pueden ser solo así por gusto.
Dayer puede que no sea el chico más agradable del mundo pero eso no era de importancia para Alejo, a él no le importaba en absoluto, una vez que tomó la decisión de intentar todo por la persona que le gusta, no se podía rendir. Eso era parte de su naturaleza terca y un tanto masoquista.
***
La luz se volvió a encender después de que la película terminó. Alejo se quitó las gafas 3D y se frotó los ojos como un signo de fatiga. Dayer solo se puso de pie y dijo:
-Vamos.
Alejo seguía a Dayer al edificio, a pesar de que no hablaban mucho, él estaba bastante feliz por ver la película junto a l persona que le gustaba, y era bastante tarde y no había mucha gente en la calle, la mayoría de las tiendas estaban cerradas por la hora y solo algunos puestos de comida rápida estaban alumbrando la calle, Dayer caminaba adelante a un paso algo rápido y Alejo lo seguía de cerca.
-Hey, ¿Qué tipo de chico te gusta? Pregunto Alejo mientras se paraba frente a Dayer.
-No me gustan los hombres, no soy gay, ni bisexual, ni nada de eso. Dayer decidió aclarar con Alejo ese asunto para evitar más malentendidos.
Alejo se congeló después de que Dayer dijo eso. Él comenzaba a tener un leve ataque de ansiedad, no podía entender la situación, si él no era bisexual, Alejo nunca iba a tener ninguna oportunidad de ser correspondido, la única excusa que le quedaba era tratar de ser su amigo.
-¿En serio? ¿No y que te gustaban chicos y chicas?. Dayer dio la vuelta para ver por un momento a Alejo quien se detuvo.
-¿Tienes que creer en cada cosa que digo?.
A partir de ese momento, Alejo finalmente se dio cuenta, durante todo este tiempo, Dayer estaba bromeando. Y el quedo como un tonto al creer todo eso. Al ver a Alejo inmóvil, Dayer se acercó a él y lo agarró del brazo para que siguiera caminando.
-Idiota. Es muy tarde, tenemos que apurarnos.
Alejo finalmente recuperó la consciencia cuando Dayer dejo de tirar de su brazo. Él claramente estaba pensando en todas las posibilidades de lo que una Dayer dijo antes. Como amigo, el estaba muy feliz, pero ese sentimiento de decepción no lo dejaba tranquilo.
Al poco tiempo, llegaron a la puerta de sus habitaciones. Alejo saco sus llaves y se disponía a entrar pero primero le dijo:
-Incluso si mentiste y eres malo conmigo, y pongas esas caras de amargado, igual me gustaría darte las gracias por acompañarme al cine hoy.
Alejo no esperaba ninguna reacción por parte de Dayer. Lo más probable es que terminara actuando de manera fría como siempre, pero esta vez, Alejo estaba equivocado. Dayer se estaba riendo. Esta era la primera vez que Alejo escuchaba a Dayer haciendo eso. Su risa era tan cálida, Alejo estaba más enamorado que nunca.
-Nunca me han gustado los chicos, pero… Quién sabe, tal vez en el futuro.
Después de que Dayer dijo esas palabras, entró en su habitación. Ni Dayer mismo sabía por qué dijo todas esas cosas. Tal vez sea para animar el alma perdida de Alejo? O tal vez simplemente porque quería que Alejo quitara esa cara de decepción que tenia? Quién sabe?.
Alejo estaba muy confundido con lo que paso. ¿Qué es lo que se supone que quiere decir eso? ¿Dayer quería que él esperara por él? Que esperara a que finalmente se convierta en gay, entonces Alejo solo debe ser su amigo y esperar?.
Alejo parecía estar sumido en pensamientos profundos, la luz de su habitación estaba apagada pero la luz de la computadora de Diego alumbraba casi toda la celda.
-Que está mal?. Tienes una cara muy rara. Pregunto Diego.
-Todo está bien. Alejo se escondió debajo de sus sabanas y se mantuvo en silencio.
Si tan sólo Dayer no hubiera dicho todas esas cosas, todo se hubiera mantenido bien, pero ahora, Alejo no puede dormir, no deja de pensar en esas palabras.

***
Del otro lado de la pared, Dayer tampoco podía dormir, seguía sin saber porque dijo todo eso, el solo quería aclarar las cosas con Alejo y quería que no lo buscara mas pero algo le decía que su nuevo “amigo” no cumpliría ese trato, algo dentro de él quería que Alejo no cumpliera con esa promesa.
Alejo podía ser un tonto muy inocente pero era divertido tenerlo a su alrededor, nadie se había esforzado tanto en ser su amigo, no era normal en el dejar entrar a las personas a su vida pero Alejo de cierta forma se había ganado un pequeño puesto, luego de herirle la mano, no pudo dormir preocupado y cuando lo vio correr en el entrenamiento del beisbol, él realmente quería que Alejo quedara en el equipo y le pidió al entrenador que le diera una mano con eso pero ya el entrenador lo quería en el equipo así que no fue un problema.
Luego, cuando lo vio caer frente a él, el realmente quería ayudarlo pero no podía, si lo ayudaba perdería su imagen, ese mismo día, cuando vio a Alejo ser llevado en los brazos de Diego y ese otro chico, Dayer sentía enojo, no quería que Alejo tuviera a más personas a su alrededor, solo debería de estar él. En el evento, cuando lo vio discutiendo con el entrenador, algo paso dentro de él, no quería que Alejo dejara el equipo, le gustaba tenerlo a su alrededor pero no podía hacer nada, solo lo intento alegrar estando a su lado y funciono.
Dayer no paraba de pensar en todos esos momentos, una pequeña sonrisa apareció en su rostro y sin más, se quedo dormido.
Continuara—


viernes, 3 de julio de 2015

CAPÍTULO 4 - El VESTUARIO

Es la segunda semana de entrenamiento, y el sol todavía es abrasador. En el campo todo está muy tranquilo, ya todo el mundo llevaba su uniforme y su casco puesto, de pie bajo el sol ardiente. A nadie se le permitía moverse, sólo debían mantenerse de pie durante dos horas enteras, según el entrenador, era para entrenar su persistencia, pero las piernas de Alejo ya no podían más,  le dolían y quería doblar o sentarse un poco, pero la mirada estricta en la cara del señor Andrés solamente le permitía permanecer en posición. Ya la cara de Alejo estaba llena de gotas de sudor y en la de Diego también corrían poco a poco, pero del otro lado del campo, en la sombra, junto al entrenador, se encontraba Dayer, firme y sin una gota de sudor.
 

   La primera hora paso tan rápido que Alejo ni lo noto, pero su cuerpo por otro lado, su mirada parecía algo perdida y comenzaba a ver doble. Era como si estuviera sufriendo un gran golpe de calor y estaba por de desmayarse. Alejo subió sus brazos, señal de que se rendía y el entrenador le permitió volver a la sombra, sabiendo que le esperaría un castigo peor luego,  de camino las gradas tendría que pasar cerca de Dayer y siguió su camino un poco mas mientras se comenzaba a tambalear y trato de caminar hacia él pero ya era muy tarde, ya su cabeza estaba golpeando la tierra.


Su ultimo pensamiento fue “Por el bien de la amistad, no me dejes aquí tirado”


   Todos comenzaron a gritar cuando vieron al frágil y flaco de Alejo desmayado pero ninguno se movió de su lugar para auxiliarlo, y antes de que el mismo Diego pudiera ir por él, ya alguien le estaba pidiendo permiso al entrenador, “Entrenador, un compañero se ha desmayado! Lo siento pero tengo que ayudar” para sorpresa de Diego, esas palabras no venían de Dayer, venían de otro jugador del equipo, el chico se acerco con algo de agua y mojo un poco la cara de Alejo.


   El entrenador se acerco y Alejo ya estaba despertando, trato de reponerse pero no podía así que este chico le ofreció su hombro y le ayudo a levantarse, de cerca Dayer observaba todo sin perder la compostura, sin ninguna expresión en su rostro, él entrenador felicito al chico misterioso por tener el valor de ir en la ayuda de su compañero de equipo y le pidió que acompañara a Alejo a las gradas y que le diera un poco mas de agua.


   Nuevamente las palabras del entrenador se volvieron a escuchar por todo el campo "Esto es un equipo, lo vieron y no lo ayudaron así que se van a quedar bajo el sol hasta que yo diga” Las expresiones de enojo de todos se escucharon y cerca del entrenador se encontraba Dayer sin decir nada, el entrenador se acerco un poco más a él y le hablo “Tú eres él que mas me decepciona, estabas más cerca y no haces nada, mejor te paras en el sol junto a los demás. Vamos!”

"Sí." Solo eso se escucho de Dayer.




   El chico misterioso estaba muy cerca de Alejo, y el olor del sudor de ese chico era raro o eso pensó él, una vez más, Alejo se desmayó totalmente sin ninguna otra reacción.


***


   En el momento que Alejo despertó, estaba en la cama de su apartamento, miró la hora, y se dio cuenta de que ya era de noche y no podía creer que durmió durante tanto tiempo. Diego entro con algo de comida, se acercó y lo lanzó sobre la cama de Alejo:

-Debes estar disfrutando pana, desde que llegaste estas durmiendo. Alejo comenzó a engullir la comida como un animal mientras desde la puerta era observado por Diego.

-¿Cómo hiciste para traerme de regreso? Preguntaba alejo con la boca llena de comida.

-Él chico que te ayudo nos trajo en su carro, y te cargue hasta aquí arriba, eres flaco pero pesas bastante pana. Alejo recordó al chico misterioso que lo ayudo y entonces a su mente volvió lo último que vio, Dayer.

-Gracias por traerme, disculpa por las molestias y todo eso. Diego ahora estaba sentado.

-Ah, el entrenador dijo que podías descansar por hoy, pero tienes que estar allí para la práctica de la tarde.


***


   Alejo ya se sentía mejor y paso su mañana de clases de forma muy tranquila, trabajo su hora en la biblioteca y espero el momento  esperó hasta la tarde para ir al entrenamiento. Todos ya estaban en los vestuarios cambiándose y Alejo llego algo tarde, se apresuro a cambiarse de ropa y correr al campo junto a lo demás.

De un momento a otro, el entrenador les ordeno que se organizaran frente a él y alejo aprovecho la oportunidad para hablar con Dayer.

-Hey, Dayer.  Dayer puso la cara de enojado así que Alejo continuo hablando.

-¿Por qué no me ayudaste?. Y pensar que te di una botella de bloqueador, ¿Es así como usted trata a sus propios amigos?.

Dayer levantó la mano diciendo: “Entrenador, este pendejo no debe estar de aquí."

El entrenador miró a Alejo y gritó de la forma más fuerte posible, “¿Por qué estás de pie allí de nuevo? No te mande al final el primer día. ¿Te mueres de ganas por salir del equipo?”

   Luego de eso, Alejo caminó al fondo y no volvió a ver a Dayer durante todo el día, el entrenador comenzó a explicar sobre el día de selección y las cosas que tenían que hacer para ese evento, sobre todo un partido entre todos los chicos que pasaron de la primera fase, luego de separarlos en equipos, Alejo quedo con el grupo de los “perdedores” y Diego y Dayer quedaron el equipo de los “Favoritos”.


***


   El día del evento había llegado y los vestuarios estaban llenos de chicos con muy poca ropa, todos ellos corriendo de un lado a otro para prepararse, Alejo se iba a duchar y se sacó los pantalones que traía junto su ropa interior. Después de que terminó de ducharse, se sorprendió al descubrir que su ropa interior no estaba en ninguna parte, ni su toalla ni nada de su ropa, toda había desaparecido. Alejo era muy tímido y no podía correr desnudo como los otros por todo el vestuario así que busco con la vista a alguien para que lo ayudara, Diego estaba caminando de un lado a otro buscando para bañarse y cuando vio que pasaba cerca de la ducha, lo jalo y le metió con él.


-Alejandro! Idiota! De que se trata esto? Diego estaba muy sorprendido con la situación.

-Diego, me robaron la ropa y mis cosas y no puedo salir de aquí. Alejo exclamo tratando de taparse.

-Está bien pana, toma mi toalla y ve a cambiarte, luego me la traes. Hablaba Diego mientras miraba el cuerpo de Alejo, noto que era más blanco de lo que parecía e incluso que tenía un buen cuerpo.

-Gracias. Respondió Alejandro mientras miraba a Diego sin nada, no lo pudo evitar, el era virgen y ver un cuerpo tan bueno provoco una erección y la situación no ayudaba para nada.

   Ya no se hablaron más, Diego noto la erección de Alejo y sin pensarlo dos veces, se dejo llevar por los impulsos y el morbo de la situación, cuando Alejo estaba por salir, lo detuvo y le quito la toalla, dejando al aire su miembro erecto. Alejandro no podía creer lo que estaba pasando y por inercia lo primero que hizo fue taparse pero Diego le sostuvo la mano, el miembro erecto de Alejo seguía al aire libre y la otra mano de Diego fue a parar sobre este.

-¿Qué haces? Solo esas palabras salieron de la boca de Alejo y Diego no respondió nada, comenzó a mover su mano suavemente por él miembro de su amigo de forma lenta y fue aumentado poco a poco, Alejo no volvió a decir más nada y puso su mano también en el ahora también erecto miembro de Diego, los gritos de los chicos del equipo se escuchaban por todos lados pero ellos dos estaban en la ducha masturbándose, Esta era la primera vez que Alejo hacia algo así con otra persona, él ya se había tocado a sí mismo en otras ocasiones.

   Diego y Alejo fueron dando la vuelta poco a poco hasta que Alejo quedo pegado de la pared  y el agua caía sobre sus cuerpos, el cuerpo formado de Diego se veía genial bajo el agua o eso pensó Alejandro, antes de pasar su otra mano por sus abdominales, Diego por otro lado se fue acercando mas y junto su miembro erecto junto al de Alejo y comenzó a frotarlos, el calor subió entre los dos y fue entonces cuando Alejo se comenzó a sentir que algo caliente quería salir de la cabeza de su pene, Diego siguió con el movimiento por un buen rato hasta que…

   Nadie dijo nada, Alejo salió de las duchas y fue directo a donde estaban sus cosas y comenzó a vestirse, nadie había notado el par de pies en la ducha o cuando Diego entro a ella, eso era lo que pensaba Alejo hasta que termino de vestirse y fue a entregarle la toalla a Diego, la dejo sobre la puerta y fue a colocarse el casco, cuando se lo estaba poniendo, Dayer se le acerco.

-Hey, suerte. Las palabras de Dayer dejaron a Alejo fuera del mundo, no podía creer que Dayer la había dicho eso, Alejo no tuvo tiempo ni de responder, ya el chico de las palabras había salido de los vestuarios.


***


   La atmósfera apasionada del evento rápidamente hizo que Alejo se olvidara del asunto de las duchas. Seria una mentira decir que Alejo no estaba asustado, sería su primera vez jugando en un evento tan importante, hoy le tocaría ser 1era base y esa era una posición importante. Él estaba bien preparado, se ató los cordones y espero que terminara la presentación para ir al campo. El entrenador comenzó hablando, "Este evento es el fruto de su trabajo. Espero que todos lo tomen como algo importante y saquen lo mejor de ustedes. Varios entrenadores están aquí para verlos y quiero que den lo mejor de ustedes, de eso depende su futuro”

   El evento comenzó y los “Favoritos” estaban al bate, Alejo tomo su posición en el campo y el primer jugador en salir al bate era Diego, para Alejo fue casi imposible no pensar en el miembro de su compañero de habitación, de lo grueso que era y como su semen corría por su mano cuando estaban en las duchas, Diego se estaba preparando y el pícher del equipo de los perdedores no era otro que el chico misterioso que lo ayudo cuando se desmayo “Rivas” estaba marcado en el uniforme del chico acompañado de un numero “22” Alejo no le prestó más atención a eso, cuando se dio cuenta del jugador al bate, ya era muy tarde.

   Los gritos y la emoción del público presente no se hicieron esperar, un rolling por primera base dejo al pobre Alejo muy mal, no le dio ni tiempo de reaccionar, diego ya estaba pisando su base y corriendo con dirección a segunda.

   Los perdedores estaban comenzando muy mal y con ese nombre, no era de esperarse, los demás miembros del equipo comenzaron a gritar en apoyo y entonces Alejo decidió poner más concentración. Con Diego en segunda, las cosas comenzando ya estaban difíciles para los perdedores, luego el segundo bateador fue más por la tercera base y para fortuna de todos, la jugada termino en out. El tercero al bate ya estaba preparado, luego de una bola y dos strikes, no pudo salir de la goma, fue ponchado en manos de Gonzales.

   Era el turno de nada más y nada menos que el cuarto bate, Dayer, él chico simplemente se paro y con el bate en sus manos, abanico un poco antes de calentamiento, cuando estaba listo, tomo du posición y entonces ocurrió, no se necesitaron mas tiros de parte de Gonzales, la pelota simplemente desapareció entre las nubes mientras se alejaba del estadio, Dayer comenzó a recorrer las bases y miro con superioridad a Alejo cuando paso por primera, siguió su recorrido y del otro lado, diego ya estaba llegando, así fue como en la primera parte del Inning, Dayer estaba luciendo sus habilidades.

   Tardamos un poco pero nos pusimos las pilas y rápidamente agarramos el out faltante y entonces término la primera parte, luego de recogernos es que pudimos discutir, el entrenador encargado hablo con nosotros y sí, me regaño muy feo por quedarme dormido, ya con los ánimos un poco más calmado, me tocaría ser segundo bate, y el primer bate seria otro chico, creo que su nombre era Wilson, en su espalda tenía el numero 12.

El numero 12 estaba preparado y rápidamente pude ver a Dayer como antesalista y Diego como primera base, el momento no se hizo esperar y Wilson con un hit logro llegar a primera base, era mi turno para batear y las piernas me temblaban un poco, trate de concentrarme y de pensar que era solo un juego más, otro entre los miles que había jugado, ni cuenta me di por donde se fue la pelota, solo sé que golpeo una de las paredes del fondo y no la pudieron agarrar, Wilson logro llegar a tercera y por órdenes del entrenador, se quedo allí, mientras yo esperaba en tercera.


***


   Luego de unos ocho largos Innings, la cosa estaba fatal, los favoritos nos iban ganando nueve carreras por seis, debo admitir que los perdedores lo estaban haciendo mejor de lo que se esperaba, era el turno al bate para los favoritos y la parte alta del Inning paso rápido y era nuestro momento al bate, el primero al bate era Wilson nuevamente y creo que dios se puso de nuestro lado por un momento, luego de un buen rato, le dieron base por bola.

   Era mi turno al bate y creo que después de lo que me paso en el primer inning he mejorado bastante, podía escuchar algunos gritos y el sol estaba en su máximo, me seque un poco el sudor y me dispuse a batear nuevamente, luego de abanicar dos veces y teniendo mi cuenta limite, creo que realmente el nueve era nuestro numero de suerte, conecte el bate con la pelota y pude ver como se alejaba del campo poco a poco, cuando vi que salió del área es que escucho el grito por los parlantes.

¡JOOOOOOOONRÓN!

   Wilson corrió hasta primera y me tome mi tiempo para llegar detrás de él, cuando llegue el equipo nos recibía, nuevamente estábamos en el juego y teníamos una oportunidad de dejarlos en el terreno. El tercer bate estaba listo, Gonzales, el chico calentó y se fue a parar en el home, espero el momento y conecto un rolling, que le permitió llegar a segunda.

   El cuarto bate estaba preparado, los nervios estaban a mil, teníamos en empate en segunda y necesitábamos otro rolling para lograr extender el juego un poco más, el chico bateo un hit por segunda y gracias a un error de Dayer, Gonzales logro llegar a tercera y el otro chico se quedo en primera. Nuevamente nuestras esperanzas estaban a mil y entonces ocurrió el primer out, luego el segundo y entonces dios bajo su mirada nuevamente y los favoreció.

   El séptimo bate como nunca en la vida, conecto nada más y nada menos que un jonrón para su cuenta personal, contra todo pronóstico, el equipo de los perdedores había dejado a los favoritos en el terreno, pastando. Los chicos llegaron a primera y todos corrían de la emoción al  home a felicitarnos y a gritar.

   Alejo no lo podía creer la victoria que consiguieron, mientras tanto, varios objetos voladores cayeron en el campo, Alejo estaba totalmente sorprendido al ver el diseño y los colores de lo que cayó en el campo, parecía la ropa que acababa de perder en los vestidores y junto con ella su ropa interior. Los demás jugadores comenzaron a reírse y se acercaron mas a donde estaba Alejo, la ropa interior seguía en el suelo a la vista de todos. 

   El rostro de Alejo se sonrojó mientras recogía la ropa del suelo y corría a los vestuarios, dejo su casco y su bate, todo, lo único que le importaba era salir del grupo de jugadores rápido pero no todos ellos se atravesaban en el medio y reían mientras señalaban a Alejo, tanto fue el bochorno que algunas lagrimas comenzaron a caer de sus ojos.

En los vestuarios, Alejo comenzó a patear las cosas de la rabia, detrás de él entro el entrenador y le preguntaba lo que pasaba pero Alejo no respondía nada, la rabia y el enojo no lo dejaban articular otras palabras que no fueran insultos, como no explicaba nada, el entrenador entonces alzo la voz y Alejo se detuvo.

-Que te pasa? Ganaron, porque estas enojado?. Alejo le enseño la ropa interior al entrenador mientras lloraba.

-Me robaron mi ropa interior y la tiraron en el campo, eso es lo que pasa. Alejo estaba muy enojado y recogía algunas de sus cosas y las guardaba en su bolso.

-Hijo, esas son cosas que pasan algunas veces, solo lo hacen por bromear.

-No importa, ya no quiero estar aquí, ya no quiero ser parte de este equipo. El entrenador se sorprendió un poco pero respondió.

-Bueno, yo te quería decir que a varios les gusto tu trabajo hoy así que quería hablar contigo pero si te quieres retirar, me parece bien.

-Que otro se quede con esa oportunidad, yo voy a buscar otra en un equipo distinto.

   Luego de esa conversación con el entrenador, Alejo rápidamente comenzó a caminar hacia la salida de los vestidores, de camino se encontró con Dayer, quien estaba recostado de la pared como esperando algo, cuando vio que Alejo lo ignoro y siguió caminando, Dayer lo tomo de la mano y le pidió que lo esperara.


***

   Dayer y Alejo iban caminando juntos a los departamentos, en el poco tiempo que tenían conociéndose, ya habían formado una pequeña amistad o así lo veía Alejo que casi ni podía pensar en eso debido a su rabia por lo que paso en el campo, los pensamientos en su cabeza lo tenían como loco hasta que la voz de su acompañante lo saco de sus mundo.

-¿Qué paso  con el entrenador?, Preguntó Dayer.

-Nada. Alejo estaba algo sorprendido por l pregunta pero no quería hablar de eso.

-Entonces, vas a dejar el equipo?, Alejo pensó un momento y respondió.

-Sí.

    Alejo se mantuvo en silencio y los dos sólo continuaron caminando. Después de un largo rato, Dayer abrió la boca diciendo:

-Debes de estar sintiendo algo de frío ahí abajo, ¿no?. Su tono esta, obviamente, lleno de burla. Alejo quedó atónito por un corto tiempo, antes de que finalmente reaccionara empujando a Dayer.

-¿De qué estás hablando? Esa era la ropa interior que usaba cuando llegue al evento, después que me la robaron, busque otra en mi bolso y ya.


   Los dos siguieron charlando un buen rato hasta que llegaron  al edifico, abajo pareciera que ninguno de los dos quisiera entrar así que Alejo le propuso a Dayer ir por algunos dulces a la panadería que estaba cerca y este acepto.

-Oye, no sabía que te gustaban los elefantes y mucho menos los de trompa grande. Dayer estaba hablando sobre el diseño de la ropa interior de Alejo.

-Mi mama fue la que los compró para mí! Alejo gritaba con su rostro sonrojado.

-Me gustan, yo tengo unos iguales. Alejo no podía creer lo que estaba escuchando y antes de que pudiera decir algo, Dayer se adelanto riendo muy fuerte---


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Continuara…

El hacer las cosas bien, o no.

Hola, quiero tomarme este momento para saludarte y felicitarte por todo lo que has logrado.Se que a veces no nos damos el tiempo para agrade...