Luego de ese beso, Alejo siguió a Dayer adentro de la casa, mientras caminaban
por la elegante casa, Alejandro iba detallando cada esquina y cada cosa que
había en ella, necesitaba concentrarse en otra cosa que no fuera ese beso pero
era algo muy difícil, no podía sacarse de la cabeza la calidez de los labios de
Dayer y la delicadeza con la que lo beso.
-¿Por qué me
besaste? –Esa pregunta necesitaba desesperadamente una respuesta-.
Dayer se quedo en silencio y no respondió a la ansiedad Alejandro, solo se
quitó la camisa y cuando estaba con su pecho marcado y sus abdominales de
hierro al aire, Alejandro se puso rojo como un tomate, los dos eran chicos pero
él no podía dejar de pensar en la manera de pasar su lengua por los abdominales
de ese chico que estaba frente a él y sentía algo de vergüenza.
Dayer fue a tomar una ducha, mientras que Alejandro estaba congelado sobre la
cama, seguía sin creer en nada de lo que estaba pasando. Miró a su alrededor y
no paraba de pensar en cosas que le gustaría hacer junto a Dayer en ese
momento, los pensamientos de Alejandro se volvieron cada vez mas locos pero no
era totalmente su culpa, el hecho de tener a Dayer tomando una ducha a tan solo
una puerta de él, no era una situación normal.
La tentación latía como nunca en Alejandro y sus impulsos por saltar de la cama
y entrar a ese baño eran muy grandes pero lo pensó muchas veces hasta que la
cobardía gano y se quedo sobre la cama esperando, después de un rato, Dayer
salió del baño con el pelo mojado, y con una mirada diferente, se podría decir
que excitante.
-¿Qué tanto
miras? Ve a bañarte. –Dayer saco ropa limpia de un armario gigantesco y la tiro
sobre la cama junto con una toalla para Alejo-.
Alejandro tomo la ropa y entro en el baño rápidamente, luego de cerrar la
puerta, el olor de Dayer estaba por todos lados y era muy agradable, Alejandro
se sentía como un pervertido, en un cesto vio la ropa sucia de Dayer y por un
momento la sensación de ir y olerla paso por su cabeza pero resistió y entro a
la regadera. Después de tomar un baño, se disponía a vestirse pero su
entrepierna pedía otra cosa, por suerte la ropa de Dayer era algo grande y no
se notaba mucho la erección de Alejandro.
Cuando salió, Dayer estaba viendo la televisión y Alejo se acerco con
mucho cuidado a preguntarle algo desde el otro lado de la cama.
-¿Dónde está
la habitación de invitados? –Dayer se dio la vuelta y miró a Alejo-.
-Ven aquí.
–Dayer ordeno mientras señalaba el lado vacio de su cama, Alejandro se acerco y
se paró frente a Dayer, mientras bajaba la cabeza-.
-¿Qué?
Alejo comenzó a temblar, sabía lo que estaba pasando.
-Dame tu
primera vez. –El rostro de Alejo de repente se ruborizó-.
¿Qué?, ¿De
qué estás hablando? Estás tan loco como para pedirme eso?
-¿No te
gusto? –Alejo se congelo por unos minutos, antes de darse cuenta que Dayer si
lo había escuchado cuando le grito a su puerta aquella noche-.
-Así que si
habías escuchando lo que dije? Porque actuaste como si no? Es todo esto una
broma? Soy solo un juego?. Creo que es mejor que me vaya. –Alejo estaba a
punto de abrir la puerta para salir del cuarto pero Dayer lo tomo por la
espalda y le susurro-.
-Ya estás
aquí y no tengo ninguna intención de dejar que te vayas. –Después de decir eso,
Dayer tomo a Alejandro y lo lanzó sobre la cama-.
Alejandro no pudo contestar nada, Dayer rápidamente estaba invadiendo su boca
nuevamente. Dayer estaba besando de forma suave y tranquila a Alejandro pero
este respondió de forma brusca el beso por lo cual Dayer fue incapaz de
resistir la tentación y comenzó a besarlo con mucha más pasión. Su corazón
estaba sustituyendo todos esos pensamientos en los que Dayer era malo por cosas
buenas sobre él y llenándose con la más mínima esperanza de que Dayer quisiera
algo más que solo su primera vez.
Dayer podía sentir algo que presionaba firmemente contra su abdomen, dejo de
besar y bajo un poco la mirada, era la erección de Alejo, Dayer se quedo
mirándolo por un momento hasta que Alejo no le quedo de otra que hablar.
-Lo siento,
no puedo controlarme. –Alejo trato de explicar pero Dayer casi al instante le
respondió-.
-Se nota
mucho que no puedes controlarte. –Dayer se estaba burlado de él-.
-¿Quieres
hacerlo o no? –Alejandro intento parecer algo mas experimentado-.
-Así que
está dispuesto? –Dayer respondió al momento-.
-Después de
todo, las cosas se dieron de esta manera, no me voy a lamentar de nada si le
doy mi primera vez a alguien que me gusta. –Alejo pensó con bastante rapidez-.
Dayer se comenzó a quitar la ropa poco a poco y Alejandro también. El rostro de
Alejandro estaba totalmente rojo mientras se quitaba la ropa y se acostaba en
la cama con su trasero apuntando a Dayer, en su inexperiencia, el pensó que eso
era lo adecuado y le pidió a Dayer que lo hiciera rápido y con cuidado. Dayer
se paró de la cama y no podía dejar de reírse, lo único que salía de su boca
era un fuerte “Alejandro eres un virgen en todo sentido”.
-¿De qué te
ríes? Eso es demasiado. –Alejandro quería soltar el llanto-.
-Lo siento
pero es muy gracioso. –Dayer, se estaba disculpando por primera vez-.
Dayer se poso sobre Alejandro y comenzó a besar su cara, su cuello, su pecho y
casi que cada parte de su cuerpo. Alejandro trato calmarse para no derretirse
en manos de Dayer pero el lo tocaba con tanto gusto que no podía evitar
suspirar fuertemente.
Dayer fue bajando poco a poco hasta que llego al miembro de Alejandro, no era
la primera vez que le daba una mamada a un chico pero en este momento no se
trataba de cualquier chico, se trataba de Alejandro y podía esperar cualquier
cosa de él. Después de un buen rato, Dayer lo volteo y comenzó a pasar su
lengua por la espalda de Alejandro hasta que llego a sus nalgas, las abrió con
mucho cuidado y antes de que Alejo pudiera decir algo, comenzó a pasar su
lengua por ese orificio mientras que los suspiros de su acompañante se volvían
gemidos de placer cada vez más fuertes. Alejandro sentía como su cuerpo no
podía controlarse, temblaba y su mente estaba empezando a perderse en el placer.
Alejandro sintió algo de pena porque no era la primera vez que le hacían sexo
oral y solo recordar que en la misma noche ya había recibido dos mamadas, le
causo más excitación de la que ya poseía. En ese momento, Alejandro podía
sentir como había algo que intentaba entrar por su agujero a su cuerpo. Pensó
que Dayer había comenzado con la penetración, por lo que consideró por un corto
tiempo antes de quejarse del tamaño del miembro de Dayer.
-¿Por qué es
tan pequeño? –Pregunto Alejandro algo curioso pero entre gemidos-
El rostro de Dayer era un poema, sin responder ni nada, aumento la fuerza e
introdujo su dedo nuevamente a lo que Alejo pego un pequeño gemido de dolor,
miró hacia abajo para comprobar, y se dio cuenta de que lo estaba entrando y
saliendo por su agujero no era más que el dedo de Dayer. La cosa continúo por
un buen rato hasta que Dayer se fue moviendo y coloco su miembro cerca de la
cara de Alejandro, antes de que Dayer dijera algo, Alejandro comenzó a
masturbarlo lentamente, poso sus dedos por la cabeza del miembro de Dayer y eso
hacía que su acompañante se estremeciera, continuo con un ritmo lento por un
rato hasta que Dayer le pidió que lo hiciera más rápido, sin dudarlo, Alejandro
comenzó con un sube y baja más rápido.
El miembro de Dayer palpitaba, al igual que el orificio de Alejo al sentir esa
lengua entrar y salir una y otra vez, de un momento a otro Dayer introdujo el
pene de Alejo en su boca nuevamente y sin pensarlo Alejo hizo lo mismo con el
miembro de Dayer, esos veinte centímetros no entraron en su totalidad a su boca
pero se esforzó para que su acompañante lo disfrutara por un buen rato, el
miembro depilado, de cabeza roja y grande como una fresa era perfecta a los
ojos de Alejandro y su sabor amargo nunca iba a poder ser olvidado.
Dejaron de hacerse el sexo oral mutuamente y fue cuando Dayer volvió a colocar
a Alejo de espaldas y siguió pasando su lengua por aquel agujero. Después de un
rato, Dayer consideró que Alejo estaba listo ya, así que lo penetro de una, sin
informar ni nada. Alejo quien se estaba comenzando a sentir bastante
cómodo, de repente, sintió como algo entraba, y comenzó a sentir tanto
dolor que grito.
-No puedes
ser más suave??! –Esta vez, Alejo estaba sintiendo los destacados centímetros
de Dayer-.
-¿Amable? Eso
no importa, te va a doler de todos modos.
-Ah, Ah,
sal! No quiero más, duele mucho.
-No, eso ya
no depende de ti.
Alejo se encontraba de espalda en esa cama tan grande, mientras tanto Dayer
estaba todo excitado pon el contacto que sus bolas tenían con el trasero de
Alejandro, sentía como su miembro erecto se apretaba cada vez mas que entraba
por el agujero el cual estuvo estimulando con su lengua por mucho rato, Dayer
sin pensarlo comenzó morder a Alejandro, lo comenzó a llenar de mordidas
por toda su espalda, no aguanto más esa posición y lo volteo patas arriba.
Puso las piernas de Alejandro sobre sus hombros y comenzó a tantear hasta que
logro penetrarlo, Dayer besaba a Alejo con tanta intensidad como si se fuera a
acabar el mundo, se sentía muy complacido de estar compartiendo dicho momento
con ese chico, grandes gemidos inundaron la casa y Dayer había acabado dentro
de Alejo y el mismo se había acabado en todo el pecho, sentía como corría su
semen caliente por todo su abdomen y también sentía un liquido muy extraño
dentro de él se escurría, solo suspiro y se quedo dormido…
*********
Ya eran más de las 12 del medio día y Alejandro despertó, inmediatamente busco
sus pantalones y comenzó a vestirse rápidamente, trataba de hacer el menor
ruido posible pero todo le salía al contrario, tanto que Dayer despertó con el
ceño fruncido.
-¿Qué se
supone que estás haciendo? –Dayer hablo entre quejidos por la luz-.
-Si no me
voy ahora, tu novia podría llegar y no quiero esa situación incómoda. No quiero
ser el otro. –Alejandro intento soportar el dolor en la parte baja de su
espalda y trato de ponerse sus pantalones-.
-Eso que
dije que dije era mentira. No tengo ninguna novia.
-Oh. Es
enserio? –Alejandro exhaló de alivio antes de volver a la cama junto a Dayer-.
-¿Quieres un
poco más de lo de anoche? –Dayer miro a Alejandro esperando una respuesta-.
-No, tengo
que preguntarte algo, ¿Qué somos? –Esa esa pregunta estaba rondando en la mente
de Alejo desde que despertó pero tenía miedo de hacerla-.
-¿Qué
quieres decir?
-No te estoy
pidiendo que me respondas en este momento pero me prometes que no me vas a dar
una mala respuesta? –Dayer solo afirmo con la cabeza y Alejo continuo-.
Entonces, quieres salir conmigo?, ¿Vas a ser mi novio?
Dayer no dio una mala respuesta pero tampoco tenía tiempo de dar una respuesta
totalmente agradable, en el primer piso de la casa se escuchaban los gritos de
una mujer clamando por alguien y ese alguien era su hermano menor.
Continuara…