domingo, 18 de octubre de 2015

CAPÍTULO 10 - ¿Quieres hacerlo o no?



   Luego de ese beso, Alejo siguió a Dayer adentro de la casa, mientras caminaban por la elegante casa, Alejandro iba detallando cada esquina y cada cosa que había en ella, necesitaba concentrarse en otra cosa que no fuera ese beso pero era algo muy difícil, no podía sacarse de la cabeza la calidez de los labios de Dayer y la delicadeza con la que lo beso.
-¿Por qué me besaste? –Esa pregunta necesitaba desesperadamente una respuesta-.
   Dayer se quedo en silencio y no respondió a la ansiedad Alejandro, solo se quitó la camisa y cuando estaba con su pecho marcado y sus abdominales de hierro al aire, Alejandro se puso rojo como un tomate, los dos eran chicos pero él no podía dejar de pensar en la manera de pasar su lengua por los abdominales de ese chico que estaba frente a él y sentía algo de vergüenza.

   Dayer fue a tomar una ducha, mientras que Alejandro estaba congelado sobre la cama, seguía sin creer en nada de lo que estaba pasando. Miró a su alrededor y no paraba de pensar en cosas que le gustaría hacer junto a Dayer en ese momento, los pensamientos de Alejandro se volvieron cada vez mas locos pero no era totalmente su culpa, el hecho de tener a Dayer tomando una ducha a tan solo una puerta de él, no era una situación normal.
   La tentación latía como nunca en Alejandro y sus impulsos por saltar de la cama y entrar a ese baño eran muy grandes pero lo pensó muchas veces hasta que la cobardía gano y se quedo sobre la cama esperando, después de un rato, Dayer salió del baño con el pelo mojado, y con una mirada diferente, se podría decir que excitante.
-¿Qué tanto miras? Ve a bañarte. –Dayer saco ropa limpia de un armario gigantesco y la tiro sobre la cama junto con una toalla para Alejo-.

   Alejandro tomo la ropa y entro en el baño rápidamente, luego de cerrar la puerta, el olor de Dayer estaba por todos lados y era muy agradable, Alejandro se sentía como un pervertido, en un cesto vio la ropa sucia de Dayer y por un momento la sensación de ir y olerla paso por su cabeza pero resistió y entro a la regadera. Después de tomar un baño, se disponía a vestirse pero su entrepierna pedía otra cosa, por suerte la ropa de Dayer era algo grande y no se notaba mucho la erección de Alejandro.

   Cuando salió, Dayer estaba viendo la  televisión y Alejo se acerco con mucho cuidado a preguntarle algo desde el otro lado de la cama.

-¿Dónde está la habitación de invitados? –Dayer se dio la vuelta y miró a Alejo-.
-Ven aquí. –Dayer ordeno mientras señalaba el lado vacio de su cama, Alejandro se acerco y se paró frente a Dayer, mientras bajaba la cabeza-.
 -¿Qué? Alejo comenzó a temblar, sabía lo que estaba pasando.
-Dame tu primera vez. –El rostro de Alejo de repente se ruborizó-.
¿Qué?, ¿De qué estás hablando? Estás tan loco como para pedirme eso?

-¿No te gusto? –Alejo se congelo por unos minutos, antes de darse cuenta que Dayer si lo había escuchado cuando le grito a su puerta aquella noche-.
-Así que si habías escuchando lo que dije? Porque actuaste como si no? Es todo esto una broma? Soy solo un juego?. Creo que es mejor que me vaya. –Alejo  estaba a punto de abrir la puerta para salir del cuarto pero Dayer lo tomo por la espalda y le susurro-. 
-Ya estás aquí y no tengo ninguna intención de dejar que te vayas. –Después de decir eso, Dayer tomo a Alejandro y lo lanzó sobre la cama-.

   Alejandro no pudo contestar nada, Dayer rápidamente estaba invadiendo su boca nuevamente. Dayer estaba besando de forma suave y tranquila a Alejandro pero este respondió de forma brusca el beso por lo cual Dayer fue incapaz de resistir la tentación y comenzó a besarlo con mucha más pasión. Su corazón estaba sustituyendo todos esos pensamientos en los que Dayer era malo por cosas buenas sobre él y llenándose con la más mínima esperanza de que Dayer quisiera algo más que solo su primera vez.

   Dayer podía sentir algo que presionaba firmemente contra su abdomen, dejo de besar y bajo un poco la mirada, era la erección de Alejo, Dayer se quedo mirándolo por un momento hasta que Alejo no le quedo de otra que hablar.

-Lo siento, no puedo controlarme. –Alejo trato de explicar pero Dayer casi al instante le respondió-.
-Se nota mucho que no puedes controlarte. –Dayer se estaba burlado de él-.
-¿Quieres hacerlo o no? –Alejandro intento parecer algo mas experimentado-.
-Así que está dispuesto? –Dayer respondió al momento-.

-Después de todo, las cosas se dieron de esta manera, no me voy a lamentar de nada si le doy mi primera vez a alguien que me gusta. –Alejo pensó con bastante rapidez-.
   Dayer se comenzó a quitar la ropa poco a poco y Alejandro también. El rostro de Alejandro estaba totalmente rojo mientras se quitaba la ropa y se acostaba en la cama con su trasero apuntando a Dayer, en su inexperiencia, el pensó que eso era lo adecuado y le pidió a Dayer que lo hiciera rápido y con cuidado. Dayer se paró de la cama y no podía dejar de reírse, lo único que salía de su boca era un fuerte “Alejandro eres un virgen en todo sentido”.
-¿De qué te ríes? Eso es demasiado. –Alejandro quería soltar el llanto-.
-Lo siento pero es muy gracioso. –Dayer, se estaba disculpando por primera vez-.

   Dayer se poso sobre Alejandro y comenzó a besar su cara, su cuello, su pecho y casi que cada parte de su cuerpo. Alejandro trato calmarse para no derretirse en manos de Dayer pero el lo tocaba con tanto gusto que no podía evitar suspirar fuertemente.
   Dayer fue bajando poco a poco hasta que llego al miembro de Alejandro, no era la primera vez que le daba una mamada a un chico pero en este momento no se trataba de cualquier chico, se trataba de Alejandro y podía esperar cualquier cosa de él. Después de un buen rato, Dayer lo volteo y comenzó a pasar su lengua por la espalda de Alejandro hasta que llego a sus nalgas, las abrió con mucho cuidado y antes de que Alejo pudiera decir algo, comenzó a pasar su lengua por ese orificio mientras que los suspiros de su acompañante se volvían gemidos de placer cada vez más fuertes. Alejandro sentía como su cuerpo no podía controlarse, temblaba y su mente estaba empezando a perderse en el placer.

   Alejandro sintió algo de pena porque no era la primera vez que le hacían sexo oral y solo recordar que en la misma noche ya había recibido dos mamadas, le causo más excitación de la que ya poseía. En ese momento, Alejandro podía sentir como había algo que intentaba entrar por su agujero a su cuerpo. Pensó que Dayer había comenzado con la penetración, por lo que consideró por un corto tiempo antes de quejarse del tamaño del miembro de Dayer.
-¿Por qué es tan pequeño? –Pregunto Alejandro algo curioso pero entre gemidos-


   El rostro de Dayer era un poema, sin responder ni nada, aumento la fuerza e introdujo su dedo nuevamente a lo que Alejo pego un pequeño gemido de dolor, miró hacia abajo para comprobar, y se dio cuenta de que lo estaba entrando y saliendo por su agujero no era más que el dedo de Dayer. La cosa continúo por un buen rato hasta que Dayer se fue moviendo y coloco su miembro cerca de la cara de Alejandro, antes de que Dayer dijera algo, Alejandro comenzó a masturbarlo lentamente, poso sus dedos por la cabeza del miembro de Dayer y eso hacía que su acompañante se estremeciera, continuo con un ritmo lento por un rato hasta que Dayer le pidió que lo hiciera más rápido, sin dudarlo, Alejandro comenzó con un sube y baja más rápido.
   El miembro de Dayer palpitaba, al igual que el orificio de Alejo al sentir esa lengua entrar y salir una y otra vez, de un momento a otro Dayer introdujo el pene de Alejo en su boca nuevamente y sin pensarlo Alejo hizo lo mismo con el miembro de Dayer, esos veinte centímetros no entraron en su totalidad a su boca pero se esforzó para que su acompañante lo disfrutara por un buen rato, el miembro depilado, de cabeza roja y grande como una fresa era perfecta a los ojos de Alejandro y su sabor amargo nunca iba a poder ser olvidado.
   Dejaron de hacerse el sexo oral mutuamente y fue cuando Dayer volvió a colocar a Alejo de espaldas y siguió pasando su lengua por aquel agujero. Después de un rato, Dayer consideró que Alejo estaba listo ya, así que lo penetro de una, sin informar ni nada. Alejo quien se estaba comenzando a sentir bastante cómodo, de repente, sintió  como algo entraba, y comenzó a sentir tanto dolor que grito.

-No puedes ser más suave??! –Esta vez, Alejo estaba sintiendo los destacados centímetros de Dayer-. 
-¿Amable? Eso no importa,  te va a doler de todos modos.
-Ah, Ah, sal! No quiero más, duele mucho.

-No, eso ya no depende de ti.
   Alejo se encontraba de espalda en esa cama tan grande, mientras tanto Dayer estaba todo excitado pon el contacto que sus bolas tenían con el trasero de Alejandro, sentía como su miembro erecto se apretaba cada vez mas que entraba por el agujero el cual estuvo estimulando con su lengua por mucho rato, Dayer sin pensarlo comenzó  morder a Alejandro, lo comenzó a llenar de mordidas por toda su espalda, no aguanto más esa posición y lo volteo patas arriba.

   Puso las piernas de Alejandro sobre sus hombros y comenzó a tantear hasta que logro penetrarlo, Dayer besaba a Alejo con tanta intensidad como si se fuera a acabar el mundo, se sentía muy complacido de estar compartiendo dicho momento con ese chico, grandes gemidos inundaron la casa y Dayer había acabado dentro de Alejo y el mismo se había acabado en todo el pecho, sentía como corría su semen caliente por todo su abdomen y también sentía un liquido muy extraño dentro de él se escurría, solo suspiro y se quedo dormido…
*********

   Ya eran más de las 12 del medio día y Alejandro despertó, inmediatamente busco sus pantalones y comenzó a vestirse rápidamente, trataba de hacer el menor ruido posible pero todo le salía al contrario, tanto que Dayer despertó con el ceño fruncido.
-¿Qué se supone que estás haciendo? –Dayer hablo entre quejidos por la luz-.
-Si no me voy ahora, tu novia podría llegar y no quiero esa situación incómoda. No quiero ser el otro. –Alejandro intento soportar el dolor en la parte baja de su espalda y trato de ponerse sus pantalones-.

-Eso que dije que dije era mentira. No tengo ninguna novia.
-Oh. Es enserio? –Alejandro exhaló de alivio antes de volver a la cama junto a Dayer-.
-¿Quieres un poco más de lo de anoche? –Dayer miro a Alejandro esperando una respuesta-.
-No, tengo que preguntarte algo, ¿Qué somos? –Esa esa pregunta estaba rondando en la mente de Alejo desde que despertó pero tenía miedo de hacerla-.
-¿Qué quieres decir?

-No te estoy pidiendo que me respondas en este momento pero me prometes que no me vas a dar una mala respuesta? –Dayer solo afirmo con la cabeza y Alejo continuo-. Entonces, quieres salir conmigo?, ¿Vas a ser mi novio?

   Dayer no dio una mala respuesta pero tampoco tenía tiempo de dar una respuesta totalmente agradable, en el primer piso de la casa se escuchaban los gritos de una mujer clamando por alguien y ese alguien era su hermano menor.

Continuara…


sábado, 29 de agosto de 2015

CAPITULO 9 - LO QUE SEA



   La voz de Alejo  afuera había despertado a Dayer. Él permaneció en la cama con las manos cubriendo su cabeza, oyendo cómo Alejo lo odiaba; y cómo lo amaba. Cuando decidió ponerse de pie para abrir la puerta y enfrentarlo, Alejo ya no estaba allí.

*********

   Al día siguiente, Alejo había decidido evitar a Dayer porque estaba muy avergonzado por todas las cosas que dijo la noche anterior. Ahora que Dayer sabía que le gustaba, él estaba aún más avergonzado, porque pensaba que Dayer le odian mucho más porque él era hetero, las cosas fueron dando más y más vueltas en la cabeza de Alejandro y cuanto más pensaba, peor se sentía, e incluso tenía las ganas de consumir algunas de esas pastillas de veneno para ratas que parecían unos chocolates.

   Cuando salió del baño, lo primero que vio Alejandro fue a Dayer y corrió lo más rápido que pudo para escapar del cubículo sin que lo vieran, casi con su trasero al aire. El día fue pasando y cada que se encontraba con Dayer,  usaba un libro para esconderse, corría en otra dirección  y desaparecía rápidamente antes de que Dayer pudiera decir algo.
    Alejandro se estaba volviendo paranoico, cada que veía venir a una persona parecida a Dayer, corría como si el entrenador le estuviera gritando para que anotara una carrera. Los días fueron pasando de un momento a otro y cuando Alejandro salió de clases, y estaba a punto de sostener el libro para tapar su cara, vio a Dayer esperando por él.
 -¿Cuánto tiempo vas a seguir evitándome? –La mirada fría de Dayer dejo sin palabras a Alejandro-.     Alejandro se quedo callado por un momento y antes de hablar, sin saber qué hacer, tiro el libro que tenía en sus manos y salió corriendo con toda la fuerza que tenia, solo que se le había olvidado un detalle, Dayer no era el mejor jugador del equipo por nada y rápidamente fue alcanzado por este. Luego de la pequeña carrera, la cara de frialdad de Dayer había cambiado por una más de enojado y antes de que Alejandro se le ocurriera volver a correr, Dayer lo sostuvo de la mano con mucha fuerza.

-Déjame ir, si no voy a gritar! –Alejandro estaba utilizando todas sus fuerzas para luchar pero no podía-.

-¿Vas a gritar sin ningún motivo?, ¿Y para que se supone que corriste? Idiota! –Dayer estaba mucho mas enojado-.

-No quiero hablar contigo, no quiero saber nada de ti.
 -¿Por qué?
 -No lo puedo repetir, ¿No escuchaste lo que te dije esa noche?

-¿Qué dijiste? –Dayer decidió fingir que no sabía nada de la confesión y así evitar que Alejandro se escondiera de él-.

-No importa si no me escuchaste, así es mejor. Igual no quiero saber nada de ti. –Esta vez, Alejandro se calmó y hablaba con toda la seriedad que podía-.
 ¿No quieres saber nada de mí? Muy bien. –Dayer soltó la mano de Alejandro y se fue caminando-.

   Alejandro no podía creer lo que estaba pasando, entre mas lo pensaba, se sentía peor por decirle a Dayer todas esas cosas y por un momento pensó en ir tras de él pero su orgullo no se lo permitía, Alejo ya había sufrido mucho en manos de Dayer y no quería volver a estar sintiendo lo mismo.

   Por otro lado, Dayer seguía caminando con su mente en una sola cosa, Alejandro. Las cosas con el tenían una solución y era simplemente decirle lo que sentía pero Alejandro era un idiota y no se daba cuenta de su sentimientos, Dayer había pasado casi media hora sosteniendo su mano mientras conversaban y Alejandro ni lo había notado. El hecho de que Alejandro es un idiota, y era tan fácil de engañar hacía sonreír a Dayer constantemente. Esa noche, él dijo esas cosas tan fuerte que era imposible no oír. Dayer estaba pensando al igual que él en ese momento pero no era capaz de decirlo en voz alta.


*********  

   La noche era joven y Diego junto a Alejandro estaban preparándose para ir a la fiesta esa de ambiente a la que  habían invitado a Diego, esta sería la primera vez que Alejo iba a una discoteca de ambiente y la primera en su vida que de verdad salía a una discoteca, puesto que antes no tenía amigos con los cuales salir por lo cual nunca salía. Diego le estaba contando sobre el plan que tenia para la noche y le daba vueltas en la cabeza, Alejo no quería aprovecharse del hecho de ser amigo de Dayer para poder quitárselo a su novia, le parecía jugar sucio y tampoco quería ser de ese tipo de persona que usa a otras para dar celos pero el plan de Diego era muy simple.

   El plan consistía en ir a la disco y evaluar chicos hasta dar con uno que fuera tan decente como Dayer, pero eso solo era la primera parte y la más fácil, la segunda parte del magnífico plan de Diego, esa era la parte más complicada para Alejo, era para conquistar al chico que usaría para darle celos a Dayer. En su cabeza no dejaba de dar vueltas el hecho de que el no tenia atributos llamativos ni nada para conquistar un chico y él no podía ni conquistar a una chica.

   Después de estar listos, Alejandro salió de la habitación y se paro frente a la puerta del apartamento de su vecino, puso su mano sobre ella y pretendía tocar pero fue sorprendió por este, Dayer estaba muy guapo, más de lo normal, tenia puesto un traje negro con pequeños detalles en azul oscuro que lo hacían ver un poco más serio, tenía unos zapatos muy costosos que Alejo solo había visto en comerciales y su cabello estaba muy bien peinado con una pequeña cresta que lo hacía ver a su parecer genial, antes de que pudiera decir algo, Dayer le paso por el lado y luego de cerrar su puerta, se marcho en silencio.

   Alejandro se quedo parado frente  la puerta unos minutos y seguía incapaz de decir una palabra, él quería disculparse pero Dayer lo miro de una forma tan fría que era como si Alejandro ya no existiera en su mundo, como si solo estuviera viendo a la nada.


*********


   Alejandro vagaba solo por la disco y no paraba de aceptar bebidas de desconocidos, su tolerancia al alcohol era mínima y rápidamente se encontraba borracho, los chicos seguían acercándose a bailar con él, paso un buen rato en la pista de baile hasta que Diego se acerco con un grupo de chicos, les presento un rato pero Alejo no podía recordar sus nombres, estaba tan bebido que veía a Dayer por todos lados.

   Los chicos que estaban frente a Alejo eran muy guapos pero este solo tenía ojos para su vecino, nadie de la disco le llamaba la atención y solo quería ir a la barra y que alguien le brindara otra bebida, Alejo estaba en un mal estado y ya no sabia donde se encontraba Diego y su grupo de amigos. Luego de seguir caminando por la disco un buen rato, Alejo termino entrando a la sala VIP de la disco, en la misma se encontraban chicos mas guapos que los amigos de Diego, de un momento a otro la cara de Dayer se le había borrado de su mente y comenzó a mirar buscando a Diego entre la multitud, quería irse, no se sentía bien, el alcohol ya se había apoderado de él, solo quería estar lejos de allí.

   Alejandro pensó que fue una mala idea en ir a esa disco en busca de algún otro chico ya que su corazón pertenecía exclusivamente a Dayer y nada ni nadie iba a cambiar eso de la noche a la mañana, se quedo mirando a la nada porque sintió un mareo intenso y cuando cayo en si un chico muy atractivo se le acerco y le pregunto que si se sentía bien, Alejandro se le quedo mirando fijamente y lo único que le llego a su cabeza fue preguntarle si su nombre comenzaba con D o que si él también rechazaba las cartas de amor de sus admiradores, contuvo la pregunta en su cabeza y lo único que hizo fue sonreír, ¿Quieres tomar un vaso con agua? Le pregunto ese chico desconocido a Alejandro, lo que hizo fue asentir de igual manera eso era lo que necesitaba, se tomaría el agua y de allí buscaría a Diego junto a sus amigos y le pediría que se fueran a su celda, lo único que quería era irse a descansar, acostarse en esa cama y pensar en todas las cosas que habían estado pasando con Dayer.

   El chico atractivo se acerco a la barra pidió un vaso con agua y que le colocaran mucho hielo, cuando se lo iba a entregar a Alejandro alguien lo tropezó e hizo que la mitad del vaso fuera a caer en el pecho de Alejo, se sintió tan apenado que le pidió disculpa y le dijo que fueran al baño para ayudarlo a secarse la camisa, después de todo había sido su culpa. Al entrar al baño, el chico le busco algunas servilletas de mano a Alejo y comenzó a pasársela encima de la camisa que cargaba, no paraba de decir que lo sentía y lo único que salía de la boca de Alejandro era un “No te preocupes no fue tu culpa”, la desesperación y la pena de chico aun desconocido ya que Alejo por estar en ese estado no se le había ocurrido preguntarle ni siquiera como se llamaba seguía aumentando, parecía que era la primera vez que le pasaba eso en medio de un coqueteo con algún chico y dijo: “Si hay algo que pueda hacer por ti para remediar lo que paso dímelo, no tengo ningún problema”. No pasaron ni 2 segundos cuando Alejandro le dijo: Hazme olvidar a un chico el cual no sale de mi cabeza y puedes arreglar mi vida.

   Mi nombre es Mauricio, yo se que no preguntaste pero por lo menos tienes que saber mi nombre antes de hacer lo que voy hacer contigo. ¿A que te refieres? Pregunto Alejandro con curiosidad, Mauricio no le dijo nada, solo lo tomo de la muñeca y lo metió en el cubículo del baño donde comenzó a tocarle la entrepierna a Alejandro, Alejo no podía creer lo que estaba pasando, no sabia porque ese chico estaba en ese cubículo, no sabia que por aceptar un vaso con agua terminarían tocándole la entrepierna, pero aunque no se dio cuenta él le pidió un favor a ese chico que ya no era un desconocido ya sabia que se llamaba Mauricio y que estaba tocándole la entrepierna. Su erección fue inmediata el baño se empezó a llenar poco a poco y eso aumento la excitación de Mauricio, se arrodillo poco a poco y llego hasta que su cara quedo en justa posición en el cierre del pantalón de Alejo, bajo el cierre y con su mano saco el miembro erecto de Alejandro, pudo contemplar los maravillosos dieciocho centímetros que se encontraban entre la entrepierna de Alejo y poco a poco los fue introduciendo en su boca, pasaba su lengua de arriba hacia abajo, sentía la calentura del miembro, la cara de Alejandro era un poema, la felación se estaba haciendo un poco más rápida, mas continua, con mas animo, Mauricio miro a su compañero como si estuviera observando el cielo y le pregunto -¿Te gusta?-. Sigue, fue lo único que pudo decir Alejo entre sus gemidos y con sus dos manos, una en la cabeza del chico guapo y otra en su miembro le inserto esos dieciocho centímetros hasta la garganta.

   Quiero que me penetres eso fue lo que alcanzo decir Mauricio cuando esos centímetros salieron de su boca, ya habían pasado más de 20 minutos y habían algunos chicos que querían entrar al cubículo a hacer sus necesidades y fue allí cuando comenzaron a tocar la puerta del mismo, Alejandro cayó en sí de donde estaba y de que estaba haciendo y por un momento sintió asco por él mismo, solo quería irse, no quería saber más nada, ni siquiera recordaba que hacía en ese sitio y porque estaba todo mojado, guardarse la erección en el pantalón fue un dilema pero cuando lo logro salió del cubículo dejando a Mauricio con ganas de mas, todo el mundo se le quedo mirando a Alejandro cuando salió de ese cubículo todo mojado y más cuando vieron a ese chico de rodilla con su cara de excitación y todo espelucado.

     Luego de salir de ese lugar y con una erección entre sus piernas, Alejandro finalmente pudo dar con Diego y su grupo, ya era hora de marcharse. Al salir de la disco lo primero que hizo Alejo fue vomitar en el piso, dejo salir todo lo que tenia, no quedo nada en su estomago, cuando finalmente pudo componerse, alguien estaba junto a él con una botella de agua, Alejandro no podía creer, cerro sus ojos y cuando los abrió, esa persona seguía parada ofreciéndole una botella de agua.


-No nos necesita para llevarlo a casa? –Diego le pregunto a Dayer-.

-No, traje mi carro. Yo me ocupo de este idiota –Dayer respondió-.


   Después de eso, Diego y sus amigos se fueron. Diego no podía dejar de reírse por lo perfecto que había resultado su plan, después de todo, el plan original y del cual Alejandro no tenía idea, es que desde el principio Diego pretendía emborracharlo y llamar a Dayer para que lo recogiera.


*********

    Alejandro volvió a levantar la cabeza y miró la cara de Dayer claramente antes de tumbarse en el suelo como un niño, Dayer no podía creerlo y solo siguió caminando, de un momento a otro Alejandro comenzó a gritar:


-¿Me vas secuestrar?, ¿Qué se supone que haces aquí?, Te pedí que te alejaras de mí.

-¿Yo no te pedí lo mismo pero igual me seguías? –Respondió Dayer rápidamente y el silencio reino por unos minutos-.


   Alejandro seguía tirado en el suelo y Dayer se reusaba a ir a levantarlo, pasaron varios minutos mirándose hasta que Alejo le pidió ayuda para poder levantarse, cuando Dayer le ofreció la mano, Alejandro rápidamente lo abrazo y se acerco, podía oler la ropa de Dayer, el hermoso traje negro desprendía un olor a perfume caro, de esos que solo los hombres ricos podían usar.


-¿Por qué de repente hueles tan bien? –Luego  de decir eso, el vomito rápidamente subió hasta la boca de Alejo y antes de que saliera, se alejo lo mas que pudo de Dayer-.


-Puedes dejar de vomitar y terminar de subirte en el carro? Es tarde y nos tenemos que ir. –Dayer  estaba muy enojado y se acerco da darle algunas palmadas a Alejo por la espalda-.


-¿No puedes hacerlo con un poco mas de cariño? Me vas a sacar los pulmones.

 -Eso es lo que quería que pasara. –Los dientes de Dayer rechinaban del enojo-.


-¿Por qué estás tan enojado? –Alejandro estaba algo borracho pero la cara de Dayer era la misma de enojo-.


-No estoy enojado. –Dayer  respondió de lo más tranquilo-.


-No me siento muy bien. –La cara de Alejandro estaba totalmente pálida-.


-No vengas a quejarte ahora, tú te lo buscaste. –Alejandro hizo que Dayer llegara a su límite, ese parecía ser su único talento últimamente-.


-¿Crees que me gusta esto? Todo lo que me pasa  es por tu culpa, estúpido. –Alejo apuntaba con su dedo a Dayer-.


-Deja de comportarte como un niño y termina de subir al carro, no seas escandaloso.


   Alejandro termino de subirse en el carro de Dayer y ni recordaba cómo era por fuera, no dejaba de ver la ventana y la abrió con cuidado para que el viento soplara sobre el por un buen rato, el olor de Dayer estaba por todo el carro y el silencio incomodo seguía reinando entre ellos dos tanto que Alejandro se quedo dormido. En el momento en que llegaron a la puerta del apartamento, Dayer miró la hora *3:00*, la dueña ya había desactivado las tarjetas de entradas y por lo tanto se habían quedado afuera. Dayer quien en un principio pensó que Alejo estaba dormido, volvió al carro y pensó en un lugar para poder pasar la noche.


-¿A dónde vamos? –Alejandro pregunto algo asustado-.


-Mi casa. –Dayer volvió a encender el auto-.

 -¿Qué paso? –La preocupación de Alejo creció un poco más-.

 -Nos quedamos en la calle, después de las dos de la mañana la dueña desactiva la entrada.


-¿Tienes una casa? –Alejo estaba sorprendido-.


-La estaban construyendo y por eso me estaba quedando en un apartamento pero ya esta lista y quería esperar que se venciera mi contrato con la señora para mudarme.


-Ya veo, bueno, espero que tengas un cuarto para las visitas.

   Alejandro ya se encontraba un poco mejor y comenzó a revisar el carro de Dayer, abrió cada compartimiento hasta que en uno encontró un pequeño cartón de lotería. Lo paso por la cara de Dayer y luego lo raspo pero no había ningún premio.


-¿Por qué tengo tan mala suerte? Nunca he sido bueno en estas cosas, pero igual me gustaría ser millonario de una día para otro.

 -¿Por qué quieres ser millonario? –Dayer sentía curiosidad-

 -Quiero ir de viaje al extranjero, comprarle una casa a mis padres e invertir dinero en caridades y en el deporte que amo.


-¿Eso es todo lo que quieres que haga? –Las palabras de Dayer sorprendieron a Alejo-.


-Pero ahora, Dayer, si me volviera millonario, quiero gastar todo mi dinero en ti, quiero que te quedes a mi lado.-


-¿Crees que me puedes comprar de esa manera?


-Además del dinero, no puedo pensar en ninguna razón para que te quedes a mi lado. –Alejandro  murmuró antes de quedarse dormido nuevamente-.


   Cuando llegaron a casa de Dayer, Alejo se despertó algo sorprendido, no podía creer la casa que estaba frente a sus ojos, era muy grande, casi parecía una mansión, Dayer se paro en la entrada, saco sus llaves para abrir la puerta.


-Disculpa por hacerte pasas por todo esto, ya descanse un poco y si quieres me puede dejar en un hotel, así no molesto. –Alejo se sentía un tanto extraño pero Dayer seguía con su cara inexpresiva-.


-¿Crees que voy a dejar que te quedes en un hotel?


-Está bien, incluso si somos amigos me puedes dejar en otro lado, no te tienes que… - Alejo no pudo terminar de hablar, Dayer lo agarró por la muñeca-.


-¿Puedes dejar de decir que solo somos amigos? Solo oírlo me hace enojar. –Soltó la mano de Alejo y lo beso-.


   Alejandro estaba muy sorprendido, no lo podía creer, solo de que Dayer invadiera su boca con su lengua, si esto era un sueño, entonces Alejandro no quería despertar. El solo estaba como firme como una piedra, no tuvo ninguna reacción hacia el beso, por lo que Dayer se separo y rápidamente hablo.


-¿Qué pasa?, ¿No te gusta mi beso?, ¿Acaso estas muerto?


-No, nada de eso, fue demasiado rápido y este es mi primer beso. –Alejandro respondió algo nervioso-



Continuara…














viernes, 14 de agosto de 2015

CAPÍTULO 8 – ¿CELOS?



   La mañana pasaba poco a poco y Alejo seguía aferrándose a varias cartas de amor, y por desgracia, ninguna de ellas era para él. Un grupo de chicas lo había interceptado cuando llego a la universidad y le pidió que se las entregara a Dayer, a pesar de estar de acuerdo con ellas, Alejo se sintió un poco incómodo. Visitó la clase de Dayer con la esperanza de atraparlo allí, pero fue inútil.  Una chica estaba muy cerca de la puerta y se acerco con cuidado a ella y le pregunto:

-Disculpa, sabes dónde está Dayer?. *La chica levantó la vista, miró a Alejo de pies a cabeza antes de finalmente responder*

 -Está en la biblioteca. *Ella parecía algo molesta*

-Gracias. *Fue lo único que salió de la boca de Alejo*

   Alejo fue a la biblioteca, extrañamente se sentía pesado por alguna razón y al entrar en la biblioteca, vio al chico con el que estaba tan obsesionado. Mientras tanto, Dayer estaba leyendo un libro con mucha atención. Por lo general, él tenía esa mirada de cinismo en su rostro, pero en este momento tenía otra cara, una que reflejaba serenidad.

-Vecino, como estas? *Susurró Alejo mientras se sentaba junto a Dayer pero este ni siquiera se movió ni levantó la cabeza para ver a la persona que le hablaba*

   Alejo no perdió más tiempo y le pasó los sobres a Dayer. Al ver esas letras rosadas con muchos brillos y colores en frente de él, la expresión de Dayer cambio, volvió a ser el mismo. Sin decir una palabra, él los tomó y los arrojó al cesto de la basura a un lado de la mesa. Alejo no quería admitirlo pero estaba secretamente complacido, pero por otro lado, no podía dejar que Dayer actuara de esa forma con los sentimientos de otras personas.

-¿Por qué tiraste las cartas a la basura?, ¿No sabes que esas eran cartas de amor y que alguien las escribió para ti?, ¿No deberías al menos ver de quiénes eran? *Alejo estaba enojado*

-No quiero perder mi tiempo. *Fue su única respuesta.*

-¿Cómo es esto una pérdida de tiempo? No deberías de ser tan duro con los sentimientos de otras personas,  ¿No tienes miedo de que por ser tan frío y hostil sólo vayas a conseguir meterte en problemas? *Alejo estaba tratando  de llegar al sentido común de Dayer*

-¿Por qué estás tan molesto? *Dayer peguntó, sin separar sus ojos del libro*

-Somos amigos. Solo estoy preocupado por tu futuro. No puede ser que ninguna de esas chicas cumpla con todas tus expectativas. *Alejo estaba irritado y Dayer se quedo en silencio*

-Alejandro, ya tengo una novia. *Dayer mintió y el mundo de Alejo se hizo añicos*


   Por alguna razón, todo fue de repente un lío, una vez más.


¿No me dijo que no le gustaban los chicos pero que podría intentarlo?


¿No me acaba de dar el libro de la cenicienta hace días?


¿Qué está pasando ahora?


   Los pensamientos de Alejo estaban matándolo pero trató de calmarse y pensó, Dayer era libre de hacer lo que quisiera. Después de todo, era su propio futuro y su propia felicidad.

-Así que por eso tiraste esas cartas a la basura? Ella debe ser una belleza. Lo sabía todo el tiempo. ¿Cómo puede un chico tan guapo como tu estar soltero? Está bien, no te debería molestar más. Me voy. *Alejo se puso de pie y con una sonrisa forzada se fue*


*********


¿Soy tan despreciable?


   De vuelta en la celda, Alejo estaba apático y se tiro directamente en la cama. Desde donde estaba, podía ver a Diego pegado de su computadora. Después de pensarlo por un tiempo, por fin le habló.

-Dayer tiene una novia. *Diego dio la vuelta, miro alejo por unos minutos y respondió con total naturalidad *

  -¿Y qué si él tiene una novia? Eso no quiere decir que todo está perdido. Todavía se lo puedes arrebatar a ella. Después de todo, está en una mejor posición para hacer un movimiento. Así que no seas estúpido. *hasta cierto punto, Diego tenía razón*

-¿Y como se supone que hago eso? Solo somos amigos y esa chica debe ser muy bella.

-Busca a una persona para que le de celos o algo así, ojo y no estoy hablando de mi. Solo tienes que salir con cualquier otro chico y ya.

-Estas loco? Eso está fuera de mis límites. *Alejo no quería seguir escuchando a Diego, así que salió de la habitación*

   Las palabras de Diego seguían resonando en su mente una y otra vez, y él no podía suprimirlas. Había un lago en el campus de la universidad donde las parejas se reúnen. Alejo se  encontró sentado cerca de la orilla mirando a las parejas que se comportan tan íntimamente y con amor. 


¿Dayer tratara a su novia con amor?


¿Tiene un lado romántico?


¿Cuánto tiempo tienen?


   Se levantó, sin saber lo que estaba pasando a su alrededor, comenzó a gritar todo lo que le venía a la mente, sin siquiera fijarse que alguien estaba observándolo muy de cerca.


¿Por qué estaba pensando en él?

¡DAYER, ERES UN MALDITO!


-¿Qué diablos está pasando?, ¿Qué se supone que hice ahora? *Dayer apareció de la nada*

-No es asunto tuyo! Piérdete! *Alejo ni noto quien era la persona a la que le estaba gritando*

   Luego de un momento su mente coordino todo y se sorprendió por su repentina aparición y se irritó por el hecho de que todavía estaba tan atraído por la cara delante de él. Dayer se encogió de hombros y estaba a punto de dar vuelta para irse cuando las palabras de la boca de Alejo comenzaron a fluir.

-Y sí, por supuesto, ¿No tienes una mente propia? Si te digo que hacer, vas y lo haces? *Dayer fingió no oír nada y siguió alejándose. Alejandro corrió tras él y continuó a gritando*

-¿Por qué no me estás escuchando?, ¿Crees que eres tan grande?, ¿Y qué si eres rico?, ¿Y qué si eres guapo?, ¿Y qué si tienes una novia?, ¿Quien te crees que eres?. *Dayer se detuvo de repente, pero Alejandro no se detuvo a tiempo*

   Su nariz estaba golpeando la espalda de Dayer y quizás era tanto el dolor y la frustración que fue la última gota que colmó el vaso. Alejandro no podía controlar sus lágrimas y pronto sus ojos se llenaron de frustración reprimida. 

-¿Por qué estás tan enojado? *Dayer preguntó de nuevo. Y al ver las lágrimas de Alejandro, trató de limpiar las de sus ojos, alego continuo hablando* No seas estúpido. Tienes que llorar? * Alejandro dio varios pasos atrás, se negaba a ser consolado.*

-No estoy llorando, hijo de puta desvergonzado. Siempre intentas llamar la atención de la gente. Nunca he visto una persona tan detestable como tú. *Luego empujó  Dayer a un lado y salió corriendo.*

   Dayer se quedó allí, pensando, vio como Alejo corría más y más lejos de él. Era la primera vez que se comportaba de esa manera.


*********


   En un instante, Alejandro había corrido todo el camino de regreso a su celda. Diego todavía estaba jugando en la computadora. Alejo se acercó a él, y agarrando por el cuello, le exigió.

-¿Qué tengo que hacer para que Dayer tenga celos? *Diego estaba algo sorprendido*
-Bueno. Solo déjame ir. No sea demasiado emocional ahora. *Alejandro lo liberó. Y una vez que estaba libre, Diego abrió el navegador de Internet*

   El estaba buscando algo. Después de un rato, se aclaró la garganta y comenzó lentamente, “Para este jueves, me invitaron a un fiesta en una disco de ambiente y ese va a ser tu momento perfecto para buscar a una persona con la cual salir y darle celos a Dayer, tú tienes todo lo que un chico buscaría así que no va a ser muy difícil” Alejandro acepto el plan de Diego y cayó sobre la cama en un sueño profundo.

   No fue sino hasta cuando ya estaba casi amaneciendo que finalmente pensó las cosas. Cayó en la cuenta de que en realidad tenía sentimientos por Dayer y que haría lo que fuera para que se quedara con él.  Alejandro no podía dormir, así que levanto su manta a un lado y se paró de su cama. Ya estaba oscuro y todo el mundo estaba dormido. 

   De un momento a otro se encontró ante la puerta de su vecino y sin saber por qué, empezó a golpear la puerta, diciendo:

Eres un bastardo.


¿Por qué me tiene que pasar esto por ti?


¿Por qué me ilusionas y luego me dices que tienes novia?


¿Por qué enamore de una persona como tú?


Y tú, Dayer, ¿por qué ... ¿Por qué tienes que darle tu amor a otra persona?


   Algunas veces en la vida nos pueden pasar muchas cosas que no esperamos, podemos estar enamorados unilateralmente por muchos años o puede que ese no sea el caso pero concordamos en algo muy simple, todos queremos estar enamorados y ser correspondidos. Dicen que para la persona que se enamore de ti, siempre debes de ser su 10, estés como estés, en cuanto a Alejo, que siempre pensó que nunca iba a encontrar el amor de su vida, también, se dio cuenta de que se había enamorado.---


Continuará…


jueves, 13 de agosto de 2015

Fuera de la historia

Sin darnos cuenta podemos ser extraordinarios o extra ordinario, es depende de cómo veamos las cosas, algunas personas juzgan sin conocer el motivo o la razón, otras simplemente hablan por hablar sin ningún fin en especifico solo para ser el centro de atención. Estamos en un siglo donde importa más lo que alguien puede decir que alguien que puede demostrar, ahora es más fácil conseguir fotos sin ropa de una persona que una sonrisa, para muchos creer en algo distinto es delito para otros ver a dos hombres besándose es una aberración pero nadie puede ver las cosas de una manera diferente de la que estamos acostumbrados.  Para muchos saber algo es mas que sentirlo, todos quieren un amor verdadero pero se acuestan con la primera persona que le dice cinco palabras lindas, todos quieren ropa nueva pero ninguno trabaja, todo culpan al gobierno por cualquier cosa pero ellos no cambian. El cambio viene de uno mismo, para lograr y convencer a alguien de que estas en lo cierto, debemos ser positivos, admirables y sobre todas las cosas debemos ser sabios.
Es muy fácil decir que vamos a hacer algo y no hacerlo, es tan normal querer hacer algo y no hacerlo por el simple miedo del que dirán o de cómo vayan a reaccionar por una nueva actitud. Todos somos culpables de nuestros delitos y todos buscamos la mejor manera para tapar un error en vez de enfrentarlos, es muy genial culpar a otros por nuestras fallas.  Querer es poder, si queremos hacer algo buscamos el tiempo de donde sea para hacerlo, ya basta de excusas, trabajos universitarios, problemas en casa, no tener dinero, un sinfín de excusas que podemos colocar delante de algo para no decir que no de una manera imprevista.

Basta de ilusionar a una persona si no estas interesado en ella, mejor pídele sexo sin compromiso y ya, ¿Para que llegar a un punto donde no sabes que hacer por que ya ese ladilla al cual te querías coger y ya se enamoro?. Todos merecemos un amor verdadero así nos dure una semana, un mes, un año o una eternidad pero lo merecemos. Quitarle el caramelo a un niño es más fácil que sonreír por una buena opción o por una buena respuesta. Nos  ahogamos de problemas, cambiamos de música, tenemos nuevos artistas del pop o jazz favoritos, seguimos en twitter a alguien que nos vuelve loco aunque esa persona no lo sepan pero ¿Que podemos hacer? Somos Adolescentes. Es muy contradictorio hablar desde un punto de vista diferente y esta vez señalar con más precisión pero alguien lo debe hacer para entender muchas cosas.


Volvemos al punto del inicio, existen dos tipos de personas los que dicen y los que saben, algunos dicen que saben algo y otros saben lo que quieren decir pero nadie los entiende y es allí cuando empieza la frustración por ser alguien que no son, por decir cosas para entrar en un grupo social o para hacer amigos. Algunos son tan poco sociales que prefieren unos objetos puntiagudos para que sean sus amigos, existe el temor por no lograr una meta y debemos aprender que aunque la vida nos ponga mil y un obstáculos en nuestro camino debemos tener fe para lograr muchas cosas, la esperanza es lo ultimo que se pierde en esta vida porque la virginidad ya no es un tema el cual tenga un tabú. 

"Somos caballeros con las putas, somos putas con los caballeros y queremos ser alguien diferente con personas tan básicas, no debemos decepcionarnos a nosotros mismos en ninguna situación, solo tenemos que ser fuertes porque nada en esta vida es fácil, lo fácil dura poco y si quieres que algo perdure has las cosas bien aunque el mundo te señale por pensar y ser diferente" 

martes, 11 de agosto de 2015

CAPITULO 7 - El Diario

Después de entrar a su habitación se tendió sobre su cama,  estaba furico consigo mismo por ser tan débil y tan iluso, por querer que sus padres estuviesen en esa cena y porque en el fondo las palabras de su hermana le dolieron como una puñalada con un cuchillo de pescar.  

***

Él no quería casarse con Venecia, simplemente seria como un insulto hacia él mismo, además, siempre la vio como su hermana, su mejor amiga, su confidente, las cosas no iban a funcionar por mas que quisiera por eso la dejo ir, así estaban mejor aunque sus padres sintieran una deshonra por él, nadie lo entendía completamente, no había conseguido a una persona que lo conociera tan bien como lo pudo hacer Venecia. Desde esas ultimas semanas se había sentido tan extraño consigo mismo, le molestaba mucho su vecino, pero había algo en el que le inspiraba esa confianza y ese entendimiento, sabia que decirle que era bisexual no fue una buena idea, ahora no podía hacer nada al respecto, esas ultimas semanas aunque no parecía le habían agradado de una u otro forma, el resto de la noche no seria igual que las demás, donde las mismas se la pasaba viendo al techo, escuchando música o leyendo cualquier cosa hasta quedarse dormido. La irá lo consumía, necesitaba dejar de sentir ese tipo de cosas, ya había superado esa parte de su vida, no entendía como esos comentario de su hermana le pudieron afectar, no sabia que era lo que estaba pasando con Alejo, solo quería que sus dos mejores amigos estuvieran ahí con él para abrazarlos y sentirse seguro, estaba cansado que todos vieran a ese Dayer duro al cual no le importaba nada, él mismo se destrozaba todas las noches en su cama pensando que seria de su vida si fuera tomado otras decisiones, quería el amor de sus padres, quería el amor de Venecia, quería estar en otro piso, en otra cama, en otro campo de beisbol, quería que las cosas fueran diferente.
Se levanto de su cama, ni siquiera se había dado cuenta cuando se había quitado la ropa, se miro a si mismo en frente al espejo y se dijo: 
-Parece mentira que toda la belleza que tengo se pueda desmoronar de la noche a la mañana, por simples comentarios o por una persona.
Siguió caminando por toda la habitación y se dio cuenta que por su ventana entraba una cálida luz de la luna que se encontraba en el aposento del cielo, se paro allí entre esa luz y su piso y todo su cuerpo se alumbro, se sintió por un momento un trofeo de oro. ¿Sera que para eso sus padres lo tuvieron? Para ser un trofeo de sus inversiones, ese casamiento con Venecia atraería muchísimos negocio y el dinero caería del cielo como caen las hojas en otoño, de la nada se dio cuenta que estaba llorando, no quería ser quien era, no poseía ya la misma madurez de antes, parecía que el chico que estaba al lado de su habitación el cual se hacia llamar Alejo era mas maduro y centrado que él mismo.
Él si era un trofeo de verdad, aunque no lo fuera, valía mucho oro y eso se agradecía, saco de su colchón un pequeño cuaderno marrón con amarillo y comenzó a escribir…

***

Me gusta el café con 2 terrones de azúcar, me encantan las noches solitarias donde estoy pensando cualquier cosa menos en tu presencia, debo admitir que el café no me gusta tanto como tus besos, esa combinación de placeres que siento al levantarme y encender un cigarrillo, abrir la ventana para que el sol entre e ilumine los malos recuerdos que de mi cabeza salen y se acorralan en cada espacio de mi piso, lo único dulce que tengo lo suministro en cada terrón que entra por el agujero de la taza aunque si por mi fuera tomara el café negro y doble así como mi corazón esta en estos momentos. Odio las despedidas, las detesto, odio no saber que hacer en algunos momentos, algunas veces puedo odiar las decisiones incorrecta que he tomado, el príncipe azul de ese cuento de hada es tan diferente a mi, no soy solo una capa y un caballo blanco, soy una persona que siente que se engaña en las mañana para no llorar porque sus padres no están con él, estoy buscando un cuento diferente, un cuento donde nadie calle el amor que siente, donde el equipo de béisbol sea mas sincero, donde el entrenador sea un poco mas sensible y se de cuenta que somos jóvenes, que nos enamoramos, sentimos, lloramos y reímos. Simplemente quiero estar en ese mismo lugar donde todo comenzó con un si, un saludo, una mano extendida y una oportunidad para amar. Quiero un café con 6 terrones de azúcar esta vez con una dosis más fuerte de la que estoy acostumbrado, ¿Cuántas personas enamoradas compartirán un café o una noche de pasión? Cuantas personas se estarán besando en estos momentos y dejando la presencia de algunos en la cama de otros, todos necesitan besos sinceros, esos besos que se dan bajo la noche y sabanas calidad donde lo único que importa son esos cuerpos cálidos que dan seguridad y confort. Envidiaba mucho a ese tal Alejo, el transpiraba confianza, dulzura y sobre todo seguridad, cosas que él no poseía, cosas que no se aprenden todos los días si  no aprendiendo de cada una de las fallas. Aplaudamos las victorias de las demás personas, seamos tan victoriosos como ellos, esa voluntad que tienen para levantarse un dia y así el mundo se le este cayendo siguen adelante como si nada, no se donde estoy en estos momentos, no se que es lo que estoy sintiendo ni porque lo estoy haciendo, estoy tan confundido, solo quiero que alguien venga a tocar la puerta en estos momentos y que su perfume inunde toda mi habitación para que aunque no se de cuenta sonreír a solas por sus locuras, comentarios o gracia que son tan espontaneas de una sola persona.
Cerró su cuaderno y se lanzo nuevamente contra su cama hasta que lo único que pudo despertar fue el sol que se colaba por la ventana con el sonido de unos nudillos en su puerta…

***

Al abrir su puerta se quedo impresionado, era Alejo quien se encontraba tocando, lo miro con tanto odio y le pregunto - ¿Qué quieres?.

Alejo solo le dijo: Quiero hablar contigo, anoche termine de leer el libro, ¿Puedo saber por que me lo regalaste? ¿Hay tantas cosas que quiero saber, quieres ir a desayunar?.

Dayer lo miro con tanta seriedad y lo único que le salió de sus  labios fue un “Lárgate” y la puerta se cerro en la cara del pobre chico que solamente quería desayunar con la persona que lo había echo feliz con tan solo regalarle un libro.

Se coloco detrás de la puerta dándole la espalda a la misma, sonrió y dijo: Tanta dulzura e inocencia no puede vivir en una misma persona, debería ser un delito pensarte tanto Alejo mientras que en el otro lado de la puerta se encontraba un chico con tanta rabia que lo único que dijo fue: 

ALGÚN DÍA YO TE HARÉ LO MISMO, PERO AHORA SOLO QUIERO GANARME TU CONFIANZA PORQUE AUNQUE NO SEA CENICIENTA NI ESTO SEA UN BAILE PODRE IRME A MI CASA ANTES DE LAS 12 Y TU ME BUSCARAS POR TODA LA CIUDAD Y YO NO TE ESTARÉ ESPERANDO. 

Te quiero Dayer aunque no se si tu me quieras a mi, pero algún dia lo harás


jueves, 23 de julio de 2015

CAPÍTULO 6 – Estoy Triste.


   A la mañana siguiente, Dayer se sentó sobre su cama. Sus pensamientos finalmente se aclararon. “¿Cómo podía ser tan tonto? Pensó” Como no podía darse cuenta de que día tras día fue cediendo un poco más frente a Alejo, él no había notado lo que realmente sentía hasta que despertó y pudo organizar sus pensamientos mientras dormía.

   Luego de tomar un buen baño, su cuerpo se sentía listo para enfrentar otro día de clases, de entrenamiento y de su insistente acosador de turno, Alejo. Al salir de su habitación se aseguro muy bien de que su vecino no estuviera cerca y salió lo más rápido que pudo con dirección  a la universidad.


***


   Las clases no eran nada complicado para Dayer pero por otro lado, Alejo paso un tiempo sin estudiar y eso le afectaba un poco, incluso si él estaba centrando en la clase, él no entendía ni una sola palabra de lo que su profesor con tanta dedicación les dictaba. Mientras esperaba que la clase terminara y así salir a ver a Dayer, Alejo no podía dejar de sonreír, por su mente pasaban todos los lugares por los cuales tendría que ir buscando hasta poder encontrarlo y le daba cierta emoción.

   La clase continuaba y el profesor de Alejo se marcho un momento para atender a una persona, a unos pocos centímetros estaba Diego junto a una chica que estaba llorando, de inmediato por la cabeza de Alejo pasaron todas las imágenes de los vestuarios y sin querer, algo despertó en sus pantalones. La incomodidad lo invadió y decidió acercarse a la chica que estaba llorando junto a su compañero de celda, una vez que se sentó allí, noto que la chica estaba como una fiera gritándose a sí misma. La chica comenzó a llorar nuevamente y esto hizo que Alejo no se pudiera quedar quieto, había una chica llorando a su lado y el sintió que debía consolarla, su corazón no le permitía ser tan cruel e ignorarla.

-Oye, ¿estás bien?. *Alejo saco un pañuelo de su bolsillo y se lo entrego a la chica.*

-Qué pena!. *La chica miró a Alejo con lágrimas fluyendo por sus mejillas antes de aceptar el pañuelo y soltar un pequeño “Gracias”.*

   Después de eso, Alejo no sabía qué decir, y el silencio incómodo llego como si nada, la chica finalmente no pudo resistir y hablo.

-He estado con mi novio durante unos años, y hace poco me di cuenta de que él está actuando un poco extraño. Sospecho que me está engañando. Y si tiene a otra? Donde quedo yo? Y ahora que ni estamos en la misma universidad.  Después de que la chica dijo todo eso, ella comenzó a llorar de nuevo.

-Deberías dejar de llorar. *fue lo único que Alejo podía decir*

-Yo no quiero llorar pero una vez que pienso en eso, me siento tan horrible, porque nuestra relación ha durado tanto tiempo.

-Ese tipo de persona no es buena. No merece tus lágrimas, tú puedes encontrar a alguien mejor.

Después de escuchar Alejo decir tales cosas acerca de su novio, la chica inmediatamente respondió con un grito.

-¿Cómo puedes saber si me merece o no ?! Yo soy la que sabe si es bueno o no! No hay necesidad de que te entrometas! Esto es entre nosotros dos, así que es mejor que no digas nada y te calles.

-Disculpa, solo trato de consolarte pero si te molesta tanto entonces mejor me voy.

   Alejo estaba en totalmente enojado por esa chica y sus cabios de temperamento repentinos, no podía creer como es chica fue capaz de gritarle todo eso, el no dijo nada que fuera mentira, un hombre que hace llorar a una mujer, no la merece. La chica también estaba enojada y de un momento a otro soltó otro comentario y regaños súper hirientes para Alejo y su baja autoestima.

“Eres un buen tipo? No sé si eres tan bueno como pareces o no, no sé lo que piensas pero me dices que puedo encontrar a uno mejor y no quiero ni pensar que hablas de ti mismo. ¿Alguna vez te has mirado en el espejo? Dudo que alguien vaya a tener interés en ti”.

   Cuando la chica termino de hablar, el corazón de Alejo estaba decaído, él estaba tratando de ser agradable con ella y nunca pensé que su intento de consolarla terminaría de esa forma, el profesor volvió y ni podía concentrarse durante la clase. El ánimo de  Alejo estaba por el suelo y ahora era Diego quien trataba de consolarlo a él pero nada funcionaba, solo se fue a casa y se acostó en su cama a pensar.


***


   La tarde había llegado y Diego regreso de la universidad con una chica, entro al cuarto y le pidió algo de tiempo a Alejo así que sin pensarlo mucho abandono la celda para que su compañero pudiera tener sus visitas conyugales. La palabra tristeza estaba escrita por toda la cara de Alejo, no quería ni caminar así que solo se sentó sobre las escaleras y recostó su espalda de la pared. Después de un largo rato, Dayer también estaba de regresó, pero ni miró a Alejo, él sólo quería volver a su habitación así que lo ignoro.

   Dayer espero por una larga hora a que Alejo se acercara a tocar su puerta pero eso no paso, cuando salió, su vecino seguía apoyado a la pared de las escaleras sin moverse ni nada. Dayer puso su cara habitual, esa en la que fruncía el ceño y camino a donde estaba Alejo y se sentó a su lado.

-Oye, estás enfermo? *Dayer pasó su mano por la frente de Alejo y este solo volteo con su cara triste.*

-No, algo me paso pero no sé si debería contarte, de seguro ni me vas a escuchar. *Alejo respondió mientras miraba al suelo.*

-Es cierto, no te voy a escuchar pero igual me lo vas a contar o no? Se supone que así eres tú. *Dayer paso su mano por la espalda de Alejo y este ahora le miraba a los ojos*

-Sí, así soy yo. *Alejo dejó escapar todo lo que le había ocurrido hoy y Dayer realmente estaba escuchándolo y hasta le dio una sonrisa después de un corto periodo de tiempo.*

-Dayer!

-Mhm.

-Estoy triste. *No había necesidad de que Alejo lo dijera, la palabra tristeza ya estaba escrita en su rostro. Después de un largo rato, Dayer abrió la boca y le respondió*

-Hay una gran cantidad de personas que necesitan consuelo. También hay un montón de gente que no vale la pena. ¿Crees que si haces buenas acciones, entonces vas a cosechar buenos beneficios? El mundo no es tan bonito como lo pintan. Sólo tienes que vivir tu vida al máximo sin meterte en los asuntos de otras personas. *Después de haber sido regañado por Dayer, Alejo parecía haber despertado*

-Entonces, ¿Por qué me estas consolando?.

-¿Qué te estoy consolando? Eres un idiota, me voy a comer ahora. *Dayer puso sus dos manos en los bolsillos, se levanto y se fue. Alejo se levanto rápidamente y siguió a Dayer por el edificio.*

-A dónde vas a comer? *Alejo puso la mano en el hombro de Dayer pero este seguía caminando*

-No es tu problema, yo no te invite a comer conmigo.

-No seas odioso, vamos a comer juntos y así me voy a sentir mejor.

-Déjame en paz.

-¿Prefieres que me quede en las escaleras llorando?

-No es mi problema.

-¿Te avergüenzas de que te vean conmigo?
 
   Seguían caminando y Dayer no respondía nada, ambos llegaron a un pequeño local, y justo cuando estaban a punto de ordenar, Alejo siguió con otra pegunta para su vecino, pero esta vez tenía una mirada muy seria.

-¿Soy tan feo? *al terminar de escuchar la pregunta, Dayer solo se tapo la cara y trataba de controlar sus risas*

-Soy tan feo, que incluso no quieres verme? *Alejo continuo y parecía estar herido.*

   Los dos ordenaron y caminaron hasta una mesa pero Alejo no se calmo, quería saber la opinión de Dayer, eso significaría mucho para él.

-Dime la verdad.

-No quiero decir nada, sólo vamos a comer.

   Dayer ni quería saber porque su vecino comenzó con esas preguntas tan raras. Los ojos de Alejo mostraban una cierta tristeza nuevamente, como si la respuesta de Dayer significaría el final de su dolor o su nacimiento como alguien importante pero esa respuesta no salía de la boca de Dayer. Para Alejo, que Dayer le hiciera un simple cumplido como un “eres guapo” o “eres agradable a la vista” o “eres agraciado” era importante, Dayer es un hombre muy atractivo y recibir un cumplido de una persona así, le podría dar mucha confianza.

Alejo simplemente inclinó la cabeza en la tristeza y espero que la comida llegara.

-Si yo fuera tan guapo como tú, cambiaria de novia todos los días, y dejaría que ellas me dieran de comer y me atendieran como un rey.

-¿Vas a cambiar de novia todos los días?, No le tienes miedo al sida y esas enfermedades?

-Hey, ¿cómo puede alguien como tu entender lo que los plebeyos estamos pensando? Soy como la versión masculina de la cenicienta pero con más baja categoría, creo que en esa historia yo podría ser la hermana fea que no queda con nadie. Espero que algún día las hadas vengan y me ayuden a quitarme toda esta suciedad y polvo o algo así pero eso ya es ser un poco gay de mi parte o no? *Dayer hizo todo lo posible para ignorar palabras locas de su vecino*

   Alejo estaba más triste que antes y entre más cosas hablaba con Dayer, mas perdía el apetito. De su cabeza no salían las palabras de la joven, realmente eso fue muy duro para él y a cada momento recordaba “¿Alguna vez te has mirado en el espejo?"


***


   Después de terminar de comer, también se desvaneció el deseo de volver a casa junto a Dayer, Alejo pensó por un momento en algo para estar un poco más de tiempo junto a él y se lo comento a su acompañante pero al parecer este ya estaba pensando en algo distinto.

-Todavía tengo algo que hacer. Me tengo que ir primero. *Dayer hablaba mientras se dirigía a pagar la cuenta*

-Ohh. *Alejo quería que Dayer lo acompañara más tiempo, pero no podía decirlo en voz alta. Solo se limito a levantarse de la mesa y comenzó a caminar en dirección al edificio*

-Alejandro! Espera!. *Dayer frunció el ceño y dudó por un tiempo antes de gritar un poco más alto*

-Mhm? *fue lo único que grito Alejo desde donde estaba*

-¿Estás seguro de que realmente entiendes el cuento de la cenicienta?

   Esa frase absurda dejo todo confundido a Alejo y justo cuando estaba a punto de preguntar el significado de esa pregunta a su vecino, Dayer se había ido. En el camino de regreso a la celda, Alejo seguía reflexionando sobre las palabras de Dayer, pero él todavía no podía conseguir una respuesta.


***


   Dayer llego temprano a casa de sus padres, su hermana lo recibió con un abrazo y un beso muy grande y él sin embargo, solo respondió con su típica odiosidad. La casa de Dayer no era una casa típica, era una quinta con aspiraciones a ser una gran mansión, sus padres no se encontraban por lo que tendría que cenar junto a su hermana, cosa que lo decepcionaba muchísimo, solo podía ver a sus padres una vez al mes y el día que les tocaba ellos tenían ocupaciones importantes que atender.

   Los mayordomos les informaron que la cena se encontraba servida y Dayer junto a su hermana, Anabelle, se dirigieron hacia el comedor, la gigantesca mesa en el centro del salón esperaba por ellos y en silencio cada uno ocupo su lugar. La solitaria cena en la gigantesca mesa junto a su hermana mayor estaba comenzando y ella sin dudarlo lo abordo con sus típicas preguntas.

-Sabes que nuestros padres no van a venir pero igual sigues viniendo sin faltar cada mes a este intento de cena, ¿No te vas a cansar?.

-Voy a seguir viniendo hasta que algún día aparezcan, en algún momento tienen que darme la cara.

-Sinceramente no creo que papa te perdone por no casarte con aquella chica, no recuerdo su nombre, se que tiene que ver con agua pero no logro recordar.

-Su nombre es Venecia! Ella no se quería casar conmigo y es mi mejor amiga, es casi mas hermana mía que tú.

-Hermanito, hieres mi corazón con ese comentario. ¿Qué tal el beisbol? Escuche que perdiste en el juego de exhibición.

-¿Tú tienes corazón?, y yo que pensaba que solo eras basura. Ya deje el beisbol.

-Que lastima, quería que mis pequeños aprendieran de su tío a como no se debe ser patético en algo.

-Me voy, tú deberías de volver a tu casa y dejar de molestar.

-Adiós querido hermanito, pídele a mi chofer que te deje en esa pocilga donde vives.

-No lo necesito, me voy a llevar uno de los carros de papa.

-Conduce con cuidado, las calles son peligrosas hoy en día y no quiero ser la que herede todo.

   Luego de ese comentario tan ¿amenazante?, Dayer estaba siendo enviado a casa en el asiento trasero de un coche de lujo después de terminar su cena “familiar”. Una pequeña cola los detuvo por unos minutos y cuando avanzaron, pasaron por el frente de una librería, Dayer pensó en algo rápido y de repente le pidió a su chofer que se detuviera, salió del auto y entro a  la librería.


***


   Mientras tanto, en la celda, Alejo estaba tratando de sacar a Diego de la habitación pero este no quería levantarse de la computadora, Alejo necesitaba verificar sus notas de esta semana y Diego nada que cedía, intento de todo para levantarlo pero este se negó por un buen rato hasta que se escucho como la puerta era tocada por alguien, el sonido era un poco bajo pero definitivamente alguien estaba tocando la puerta de la celda. Alejo oyó y corrió a abrir la puerta. De pie en la puerta sin ninguna expresión en su rostro se encontraba Dayer, este solo se limito a golpear la cabeza de su vecino con el libro que acababa de comprar y se marcho.

   Alejo aceptó el libro con algo de dolor mientras se frotaba la cabeza, miro muy bien la portada y en ella tenía escrito “La Cenicienta.”

-¿Qué es? Déjame ver. *Diego con algo de curiosidad se acercó*

-¿Por qué debo mostrarte? Me voy a dormir! *Alejo se metió el libro bajo la camisa*

   Después de decir eso, Alejo saltó sobre la cama y se cubrió adecuadamente con las sabanas antes de encender la pequeña lámpara que tenia sobre la mesa. Él más o menos hojeó el libro y se dio cuenta de que Dayer señalo con resaltador algunas líneas en el libro.


"Cuando cenicienta se quitó la ropa con mucho polvo, se dio cuenta de que era una encantadora y hermosa persona. "


"Por fin, el príncipe logró encontrar cenicienta. A pesar de que la vida pasada de cenicienta era muy difícil, y a pesar de que ella siempre fue intimidada por otros, en su vida futura será siempre bendecida” 


“Puedes ser una hermosa persona bajo todo ese polvo pero otros no te han dado la oportunidad de brillar como lo mereces, ve y se quien debes ser, cenicienta”


   Alejo empezó sonreír como un bobo de lado a lado. A pesar de que él entendía que nunca podría ser la Cenicienta, porque no es una chica, y no le gusta usar vestidos bonitos, por no mencionar el uso de zapatos de cristal en salones de baile, no hay nada más genial que ser consolado por alguien como Dayer.


   A pesar de que él no podía ser alguien digno de un príncipe o una princesa, Alejo había logrado tener a su lado alguien como Dayer para que lo consolara, en definitiva, ningún príncipe se podía comparar con él vecino que tenia.


*¿Quien dice que ser normal no es ser guapo?*


Continuara…

El hacer las cosas bien, o no.

Hola, quiero tomarme este momento para saludarte y felicitarte por todo lo que has logrado.Se que a veces no nos damos el tiempo para agrade...