sábado, 30 de mayo de 2015

El Jardín

Me encuentro en este jardín acabando con las rosas mas bellas del paraíso, tropezándome con las mismas piedras del ayer. Sabiendo que luego de que acabe con todo lo que esta a mi alrededor lo extrañare, buscare algunos recuerdos en mi caja mas preciada y reiré con lagrimas en los ojos.
Caminare por todos los lugares que alguna vez me parecieron hermosos y soltare el puñal de la inocencia, ya no poseo la brújula en el bolsillo, aquella misma brújula que me llevo hasta tus labios, pensaría que estoy loco por saber que no es lo que estoy pensando, llamaría a la luna y le diría que nuevamente estoy en problema y que todavía tengo miedo en querer lo que nunca ha sido querido.

Las personas básicas piensan que el amor es cualquier cosa, que el sexo lo es todo, que estar en cuatro paredes es seguridad y que las personas que poseen una sonrisa en el rostro no tienen problema, están muy equivocados. Parece mentira que el deseo y el placer se estén enamorando nuevamente, que la ignorancia ha reinado en el país de la mentira y que el presidente de este mundo al cual todos llamamos monotonía seamos nosotros mismos. El miedo al querer siempre esta ahí, las ganas de ser lastimados nadie las posee por preferencia propia pero a todos nos pasa.

Quisiera un poco mas de voluntad para decirte que puedes confiar en mi, la cobardía siempre sera mi enemiga.  Queremos lo que no podemos tener porque simplemente ya nos damos cuenta que lo estamos perdiendo, que lo teníamos ahí a la vuelta de la esquina y por lo mismo no le prestábamos atención, pero cuando poco a poco se esta yendo de tu vida es cuando le damos la mayor importancia posible.

Es el mismo paraíso de antes, en ese jardín donde yo mismo me quede el dia en que te fuiste de mi vida, ese dia en que yo te abrí las alas y te dije que podías volar lo mas lejos que quisieras que aquí estaré esperándote pase lo que pase. Eres mi enemigo, mi debilidad, mi tortura, mi paraíso, eres tanto o eres mas de lo que tu mismo sabes. El desafió esta nuevamente en la puerta de mi vida pero me da igual si entra o no, la ventana esta abierta y la chimenea esta llena de mucho carbón, la velada de anoche fue larga y silenciosa.

El pasto del jardín tiene un color y olor diferente, huele a gasolina, siento mucho calor, mucha adrenalina, no lo abandonare porque de igual forma este es mi mundo, este es mi paraíso, mi vida y pase lo que pase estaré aquí con él.


jueves, 14 de mayo de 2015

Las caricias gritan.


Amor Psicópata y verdadero.

  + Estaba cansado de amanecer en camas diferentes, no quería volver a sentirse sucio luego de acostarse con otro más del montón. Su cuerpo estaba demacrado psicológicamente, físicamente estaba estable. Visualizo la luna desde la ventana y el aullido de un perro que se encontraba en el callejón arruino el silencio de esa gran noche. Entro a la ducha y se desnudo, el agua estaba un poco caliente y al tocarla con su espalda un gemido de placer salió de su boca… Luego de relajarse un rato con esa deliciosa agua tan tranquilizadora salió de la ducha y camino por la habitación, se lanzo suavemente en su cama y se recordó de esa primera vez la cual hizo el amor.

-  Al otro lado del mundo se encontraba ese chico al cual todo el mundo odiaba, todos hablaban mal de el, todos tenían algo que decir, le buscaban los mil y un defectos aunque su único defecto fuera la avaricia.  Su sonrisa decía mas de lo que le importaba, su mirada estaba llena de odio. Estaba sentado al borde de su cama, muchas risas pasaron por su cabeza y un grito desesperado salió desde el fondo de su corazón.

+  Se retorcía del placer y de la excitación, sus labios podían arropar a sus dientes, su mano recorría cada parte de su cuerpo como si nunca fuera sentido ese placer, el corazón bombeaba con más rapidez. De la misma excitación una almohada choco contra la pared y de repente salto rápidamente al suelo.

- Se canso de gritar, cogió un vaso de cristal y lo hizo polvo, los cuadros de la habitación se convirtieron en hojas de papel. De un momento a otro la habitación ya no era la misma, la soledad hizo acto de presencia y las luces de la misma empezaron a calentarse hasta un punto donde fueron explotando una por una. Busco entre sus cosas un poco de marihuana, busco su pipa, introdujo un poco en ella, saco el encendedor de su bolsillo y se desterró en las tinieblas…

+ Había disfrutado masturbarse pero igual se sentía vacio, la habitación estaba echa un desastre, debajo del colchón estaba su diario, el mas preciado de todos sus tesoros. Lo tomo y empezó a escribir en el pero sus lagrimas que caían de una manera muy frecuente en esas paginas amarillas y sucias no dejaban que continuara con esa historia que deseaba plasmar.  Su diario consistía en lo mismo de siempre: Sangre, muerte y un amor que no puede tener por culpa de la distancia… Escribía para sentirse escuchado, querido, para no ser uno mas del montón. Aunque su tesoro se había convertido en lo mas importante era lo único que lo podía destruir, allí estaba sus mas oscuros secretos, debilidades y delitos. Esos delitos más sucios y tenebrosos del mundo.

- Cayó en cuenta nuevamente, seguía viendo todo un poco lento, todo estaba relajado, todo estaba mejor que nunca, eso era lo que su cuerpo decía aunque su mente estaba en otro lugar. Vivía en un departamento en la ciudad mas sucia del mundo, así era considerada no por su contaminación sino por todos los actos ilícitos y sexuales que se practicaban en la misma. Empezó a caminar calle abajo y se perdió en la oscuridad tan fría de la noche.

+ Se vistió rápidamente, cogió su semiautomática y se puso la gorra arropándola con la capucha de su sweeters, su bolso estaba en alguna parte del suelo, entonces lo tomo y salió a manchar las calles de la ciudad nuevamente como todas las noches.   Cogió un taxi y se dirigió al bar que mayormente frecuentaba, al llegar se sentó en la barra y pidió un whisky doble, encendió un cigarrillo y se envolvió en la música y el alcohol por un par de minutos.

- Luego de caminar por 20 minutos, entra a su sitio favorito y pide lo de siempre, el mesero de todas las noches le da la bienvenida y como  lo vio un poco macilento le pregunto si se encontraba bien o lo que él le respondió que si. La bebida fue su acompañante nuevamente, saco un pequeño tabaco de marihuana y le dio 2 grandes jalones y cuando el humo salió de sus pulmones se sintió en el paraíso.

+  Estaba cansado de la misma música pero no tenia otro lugar a donde ir, estaba solo, no tenía a nadie y solo pensaba en ese chico que mas nunca volvió a ver después de esa gran noche de placer.

- Quería despertar en su propia cama, ser el mismo chico que creía en el amor hace algún tiempo atrás, estando en un trance determinado se concentraba en una sola cosa: “No volver a enamorarse mas nunca”. Sus padres estaban muertos hace algún tiempo ya. Ya nadie podría estar orgulloso de el. Le molestaba ser quien era, no quería ser el mismo, quería morir y volver a nacer. Necesitaba otra droga que no podía tener y eran los besos de ese desconocido.

+  Se excitaba al sentir su arma fría por el abdomen, por su mente pasaban todas las veces que había disparado en las noches oscuras. Se sentía grande de alguna manera, los besos que ese desconocido le dio aquella noche le dieron mas placer  pero ya esos besos no se encontraban. Se levanto y salió del bar porque ya era la hora de matar para olvidar todas esas penas.

-  Fue en busca de una droga más fuerte, quería doparse completamente, dormir sin necesidad de despertarse. Se dirigió a las afuera del bar y de allí se perdió en un callejón, de repente en el mismo había encontrado la droga mas letal que podía probar en su vida. La muerte…

+ Quería sangre, quería mancharse nuevamente, ese olor tan dulzón que siente cuando pasa sus manos por su nariz, esa estimulación no la volvería a encontrar jamás de eso estaba seguro. Se escondió en el callejón y se puso a esperar a su nueva victima de la noche. Podía reconocer ese olor a muchos metros de distancia, era ese perfume, ese mismo olor que le hizo el amor en su propia cama. Esa silueta que penetro al callejón era la misma que le había demostrado amor. Esta vez le volvería a hacer el amor pero de una manera muy diferente. Saco de su mochila un poco de formol, mojo el pañuelo y con todas sus fuerzas se le fue encima a ese desconocido  el cual conocía muy bien.

-   El miedo estaba presente nuevamente y de pronto cayo en el suelo, sentía que una bestia quería acabar con el, era mas poderoso que él mismo.  El pañuelo mojado le corto la respiración, lo debilito y sus ojos se fueron cerrando poco a poco. Lo ultimo que vio fue la oscuridad de la noche.

+ Estaba sentado en una silla de metal frente a esa cama tan sucia en la cual se encontraba ese chico atado y amordazado. Quería que se despertara y entonces le echo un vaso de agua encima.

- Un liquido muy frió lo despertó de golpe y la luz que se encontraba en el techo lo tenia segado, cuando pudo recuperar la visto vio a aquel hombre que supuestamente había visto en el callejón. Intento pararse de golpe, pero se dio cuenta de que estaba atado. Iba a gritar pero la mordaza no se lo permitía.

+ Comenzó a acariciarlo  con mucha fuerza y le preguntaba porque se había ido de su vida así por así… Desabrocho su pantalón y le saco el pene y puso la semiautomática debajo de sus genitales y empezó a reír frenéticamente.

-  El miedo invadía todo el cuerpo de aquel chico y el frió del metal parecía quemarle sus testículos. Solo cerro los ojos y volvió a gritar en su cabeza.

+ Dejo de reír, levanto el arma y la paso por su nariz, esos ojos se convirtieron en una página de papel blanco.

-  Podía verlo ahí, cerca de él, como lo miraba, como podía sentirlo tan cerca y no conocerlo. El sabia lo que iba a pasar. Esta vez las caricias iban a gritar.

+ Le ofreció un poco de hierba y unas pastillas… Como no quería se las metió a la fuerza y observo como poco a poco se iba perdiendo en su cabeza.

- Solo se trago las pastillas y empezó a sentir como el alma se le quemaba…

+ Lo violo, lo golpeo, lo mancho y le practico sexo anal toda la noche… Lo desterró del paraíso y luego de varias horas lo volvió a vestir. Ya se había satisfecho a si mismo, ahora era el momento de matarlo.

-   Despertó con dolores, mas sucio que nunca, ya el no estaba en la habitación, se dio cuenta que estaba desatado de la parte superior de su cuerpo, pero en sus pies tenia dos grandes grilletes que no le permitían caminar.

+ Entro a la habitación y lo encontró en el suelo, se le sentó al lado. Lo acaricio y le dijo:  

“Esta será tu muerte, te violare, todos los días de tu vida, por engañarme, tu arruinaste mi vida y ahora yo arruinare la tuya… Te tocara morir por todas esas personas que murieron en tu nombre y así seremos felices para siempre…”

Y así fue como la historia se repitió una y otra vez; violación, drogas y muchos golpes, lo mantenía dopado y lo hacia suyo. Esa era su manera de matarlo, lo hacia sufrir por placer. Disfrutaba matarlo de esa manera hasta que un día salió del departamento a comprar algunas cosas que le hacían falta. Cuando regreso su prisionero ya no estaba con vida. 
Se había suicidado con todos los potes de pastillas que había conseguido en la habitación. Cuando miro al espejo vio un escrito que decía:

“Tu lo dijiste y así será; seremos felices para siempre, nos vemos en el infierno. Perdón por esa noche de placer que nos dimos mutuamente hace algún tiempo atrás y la verdad yo también te amo de una manera tan psicópata que por eso hago lo que hago”. Con cariño el chico desconocido.

Al leer eso se sintió solo nuevamente, busco la semiautomática, le olio, luego se la metió a la boca y se dijo mentalmente:

 “El tiene razón, nos veremos en el infierno y seremos felices para siempre”… Visualizo la luna desde la ventana y el aullido de un perro que se encontraba en el callejón arruino el silencio de esa gran noche y con eso, el ruido de la semiautomática que penetro toda la habitación.

El hacer las cosas bien, o no.

Hola, quiero tomarme este momento para saludarte y felicitarte por todo lo que has logrado.Se que a veces no nos damos el tiempo para agrade...